martes, 31 de diciembre de 2013
2013 morite de una vez. ¡Feliz 2014!
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lunes, 15 de abril de 2013
Comprando el sueño
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viernes, 29 de abril de 2011
Diez minutos
Puerto Madero, las escalinatas de la facultad de ingeniería (antes que las enrejaran), los Marlboro, Gris de ausencia; los años que se fueron tan rápido... al menos no los extraño. Pero cada tanto vuelvo a sentir los olores y sabores de esos tiempos y por algún motivo me alegro un poco. Son los diez minutos en los que no tener arreglo pasa a ser algo genial. No se si lo vale, pero al menos a veces se gana un poco. Qué se yo...
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martes, 12 de abril de 2011
Se me pasó otra vez...
Noté también que se me pasó otra vez el cumpleaños del blog: cuatro años desde que me convencieron a empezarlo. Me encantaría hacer un recorrido por estos cuatro años de delirios, pero la verdad es que la mayor parte de lo que hay acá escrito es basura, y una buena parte del resto ya ni yo la entiendo. Pero hay algunos, como esa crónica de 2009, que me llevan en un segundo al momento en que los escribí. El resto del tiempo ni me acuerdo de su existencia, pero al leerlos todo se ilumina de una manera genial; hoy por hoy un poco de claridad vale oro.
Pienso como siempre que las cosas pasan por algún motivo, aunque rara vez lo conozcamos. Pienso que no me entendieron, pero bueno, ¿qué más puedo hacer? No escribir, eso es otra cosa que se ve bastante clara desde hace unos meses (vayamos anotándolas). En fin, ¡feliz cumpleaños! Y a los demás, lo de siempre.
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domingo, 13 de febrero de 2011
La medida de la vida
Alguna vez, no se en qué año fue, ella habló sobre un cementerio en algún lugar, ni estoy seguro si era un libro o un lugar real, capaz que ambas cosas. Hablaba de un cementerio en el que en las lápidas se medía la edad de las personas al momento de morir contando únicamente el tiempo realmente vivido (supongo que sería un libro, teniendo en cuenta lo difícil que debe ser medir eso). El tiempo realmente vivido... ¿sería el tiempo que disfrutaron, el tiempo que fueron felices? ¿Cómo se mide el tiempo que vivimos?
Tiempo realmente vivido. Tiempo vivido al fin y al cabo. No creo que nadie me pueda culpar por odiarla; piensen en qué fracción de sus vidas pueden anotar como tiempo vivido de verdad. Es difícil de medir, así que no les digo que hagan un día a día, basta con que lo piensen en meses, años, ustedes sabrán cómo corresponde mejor para cada etapa que hayan pasado. Miren cuántos años (o lo que sea) son, y miren también qué proporción de los años que llevan en esta vida representa ese tiempo. Piensen en todo eso y díganme que no la odian (seguro que aparece algún alma alegre).
Pueden decirme que tanto los buenos como los malos momentos de nuestras vidas nos enseñan algo, que todo el tiempo que pasa deja una huella que podemos usar para guiarnos en el futuro. Es lo que yo diría, y es pura mierda. No hablo de buenos y malos momentos, hablo de la vida y un poco, si se quiere, de la razón de ser, de lo que vale de verdad. También me acuerdo de una vez que pasó a mi lado en la esquina del colegio, yo estaba fumando como siempre, y me dijo, con esa sonrisa que tanto aborrecía: "cada cigarrillo que fumás te quita quince minutos de vida, pensalo", o algo así. No se si serían quince minutos de la vida de verdad o de la de relleno, pero al menos es una de las pocas veces que tengo a las probabilidades de mi lado.
¡Qué máquina horrenda es nuestro cerebro!, o al menos el mío, capaz de dar tantas vueltas, unir tantos fragmentos sueltos para construir una verdad a partir de tantas mentiras, capaz de esconder tantas ideas por cada una que expresa, capaz de levantar murallas a su alrededor para escondernos del mundo, capaz de complicar las cosas de una manera abismal e incapaz de entender por qué lo hace, incapaz de entender por qué y para qué funciona. ¿Y es eso todo lo que somos? No se si culparlo... si somos una cosa tan chica y compleja, ¿podemos ser capaces de entender la idea simple de vivir? Sí, asumo que es simple, tiene que ser simple. Creo, a pura fe, que la naturaleza es simplista, no creo que haya nada complicado en ella, sino que somos nosotros los que perdimos el camino, quizás desde que lo empezamos, y complicamos más y más nuestra visión de ella así como complicamos nuestras propias vidas. Complicamos todo tanto que así como somos incapaces de entender nuestro destino y nuestar razón de ser, somos incapaces de entender todo lo que nos rodea.
Espero que seamos algo más que esa masa boba y que en alguna vida se rompa el ciclo. Espero tanto con tanta impotencia... todavía estoy tratando de hacer mi cuenta, pero yendo desde el presente hacia atrás el número no se ve muy alentador. Sigan felices, a ver si el suyo aumenta un poco.
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viernes, 28 de enero de 2011
Any colour you like
Por mucho que me angustie no puedo resolver mi problema, ¿entonces qué hago? Creo que entonces me queda elegir. Podría huir, escaparme, no hablar jamás del verde, irme al medio del desierto, escapar a un mundo donde no haya verde; puedo irme a donde sea, que si no es el verde será el rojo, el azul, el amarillo, el lavanda... siempre habrá un color, ya sea negro o blanco al fin, que no voy a poder ni pensar en describirlo. ¡Pero claro! Tal vez el desierto no sea tan mala idea, y si no me gusta puedo elegir la montaña. Puedo irme a un lugar alejado, allá donde no estés, donde no haya nadie a quien deba explicarle qué color estoy viendo. Pero es cierto que nunca tuve la obligación de explicarlo, tan cierto como que en mi memoria, grabado en mis recuerdos va a quedar ese momento en que quise explicarte el verde; no importa a donde huya, no importa cuanto huya, no voy a poder escaparme del pasado que siempre va a estar ahí para recordarme cada día que marcó algo en mi vida, cada problema angustiante que no supe enfrentar. Siempre habrá un pasado en nuestras vidas, y por más que huir parezca tan buena opción, y que de huir se bastante, no cambia el hecho que yo se bien que no puedo explicarte el verde, y aún si puedo vivir con eso mientras no tenga que enfrentarlo, me obligaría a vivir sin poder volver a verte sin pensar en cómo escapé cuando tuve que explicarte el verde, o sin poder volver a verte sin que me mires y pienses: "cómo escapaste cuando tuviste que explicarme el verde". Creo que mejor no elijo huir.
Y ya no se qué hacer. No encuentro solución y escaparme no me va a ayudar. Bueno, pero puede ser que haya una idea mejor. Podría decirte "es verde". ¿Qué? "Es verde, verde, verde, verde, ¡es verde!" Podría decirte "es verde" y simplemente esperar que lo entiendas, y si no lo entendés entonces podría buscar a alguien más que lo haga para ver que aunque ahora mismo no me entiendas puedo contar con alguien más que lo hace, puedo ver que no estoy tan loco ni errado. Y si no encuentro a nadie que lo entienda, entonces puedo buscar a alguien que sea capaz de entender mi angustia, aunque no entienda mi verde ni mi necesidad, aunque no entienda nada, puedo ver que no todo es el verde, que hay alguien ahí que puede mostrarme algo de rojo nada más para hacerme olvidar un rato. Decía John: "life is what happens to you while you're busy making other plans". Todos tenemos un pasado que alguna vez fue presente: un presente feliz, triste, angustiante, intimidante...
Elijo hacer lo que pueda, comerme el garrón, pelearla un poco y mirar también el resto de mi mundo. Hay un pasado que nos moldeó para ser lo que somos, pero que ya no importa para mucho más. Hay un presente que nos aprieta a cada segundo, pero que no podemos dejar que nos ahogue; es un segundo, ya al siguiente será parte del pasado. Vale vivirlo, que después de todo es el único que vivimos, pero no vale enloquecernos por él, que también hay un futuro que puede estar lleno de maravillas o de horrores, no sabemos, pero buena parte de lo que traiga lo elegimos nosotros con nuestra manera de enfrentar el presente. Estoy convencido que las cosas pasan por algún motivo, es lo que yo llamo destino, pero también que podemos elegir buena parte de nuestra vida y que un poco de eso se trata vivir. Entonces sí, elijo hacer lo que pueda, comerme el garrón, pelearla un poco y mirar todo lo demás mientras espero que tu mundo te enseñe lo que yo no pude, mientras espero que tu mundo te muestre mi verde y ahí, un día cualquiera, entiendas lo que quise decir. Elijo confiar un poco en el tiempo y mientras tanto, de paso para no ahogarme en la angustia, vivir. Nadie dijo que sea fácil vivir. Que seas feliz!
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domingo, 16 de enero de 2011
Principios, de vez en cuando...
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domingo, 19 de diciembre de 2010
Dando fin a otro año...
Voy a empezar con el aspecto humano, hasta social, que es del que más me gusta hablar, o más bien me gustaría empezar por ese aspecto pero la verdad es que el otro está íntimamente ligado y entre los dos forman un aspecto espiritual que si trato de descomponer posiblemente pierda su esencia. Empecé el año de una manera bastante fea pero que en ese momento comprendí y acepté como natural. Estaba alejándome (o más bien siendo alejado) de una persona querida que nunca supo muy bien cómo lidiar con situaciones que iban en contra de su voluntad; no la culpo por eso, no hay ningún librito muy bueno que seguir y en definitiva fue algo que me sirvió para aprender algunas cosas. En ese momento decidí dar un giro a mi forma de llevar la vida (entre otras cosas dejé de fumar, aunque no haya durado más que un par de meses), lo que me llevó a tratar mal a otra persona que no se lo merecía, o al menos eso creo yo. Hace un par de días estaba hablando con esa persona y entre cosas me dijo que yo nunca me porté mal con ella y en resumen me definió como alguien muy directo, pero buena persona. No me lo trago porque se que me porté muy mal, pero es bueno saber que ella no piensa lo mismo.
Febrero como se viene haciendo costumbre trajo consigo una materia de verano, que fue bastante irrelevante cuando uno lo mira por arriba, pero que definió el curso de los meses siguientes y en definitiva fue esencial para indicarme por qué camino llevar el 2010 y como quedará más claro después (o no), los años venideros.
La parte que me hace decir que este fue un año rico son los meses que siguieron a esto. A partir de abril más específicamente las cosas empezaron a dar un giro (en ese momento muy afortunado, ya diré más adelante si siguió siendo tan afortunado); por esas cosas que tienen las relaciones sociales fui conociendo a varias personas, y quiero centrarme con más detalle en dos de ellas, sin ánimos de desmerecer a las demás, que en su mayoría fueron y son gente muy positiva para mí. La primera la conocí a través de un personaje que juega un papel de extra y no mucho más que eso; una rubia preciosa que se ganó mi cariño de una forma que me encantó y que nadie lo había hecho antes (excepto un poco por David), pero de ella voy a hablar más adelante que no llegué a apreciarla tanto sino hasta unos meses después. A través de esta rubia llegué a conocer a la siguiente de quien quiero hablar.
Tocó el turno de una morocha divina con los ojos más hermosos que haya visto alguna vez. Me enamoré completamente de esos ojos, o de lo que esos ojos encerraban, mas no así de ella, que si bien me encantó (y me encanta, creo que por ahí hay escondida una muy linda persona), nunca pude llegar a conocerla realmente de una manera que pudiera ver quién es, así que es más bien mi lado curioso el que la mira tratando de descifrarla. Sin embargo no por eso fue menos importante. Lo que sí pude llegar a conocer fue una parte que me mostró y algo más que arañé por ahí, y me encontré con alguien con quien realmente podía hablar todavía no se muy bien de qué, y eso es lo maravilloso, ¿no? No digo que nunca hayamos hablado de nada relevante, muy por el contrario, pero la facilidad para hacerlo y la naturalidad que había en todo fue lo genial. Fueron unos meses muy lindos, y como todo lo lindo no duró demasiado, naturalmente. Sin embargo sigue siendo una persona a quien de verdad quiero mucho (aunque algunos digan que no tengo sentimientos) y a quien todavía no fui capaz de entender, así que seguiré intentando eso tanto como se me permita (y seguramente no vaya a entenderla nunca, pero eso no lo hace menos interesante). No voy a seguir hablando de ella porque su imagen tiene todavía muchos cabos sueltos (creo que esto es lo excepcional en ella), solamente espero que el 2011 sea un poco más flexible y traiga alguna oportunidad más de conocerla como corresponde, pero eso ya lo dirá el tiempo a su manera.
Ahora bien, por esos tiempos estaba terminando con otras tres materias y no-terminando con una más. Llegó el invierno, enfrío muchas cosas y es por esta época donde empieza a tomar más relevancia esa rubia de la que hablábamos hace un rato. Por si no quedó bien claro, les recuerdo que es una rubia preciosa, la tengo en un pedestal dorado y paso a explicar, más o menos, a mi manera, por qué. Yo sigo creyendo que lo que mejor se me da es leer un poco a la gente, su forma de ser, y para eso bastan cinco minutos. Es una chica muy inteligente (en contra de mis prejuicios infundados contra las rubias), y siempre me gusta tener cerca gente inteligente, o al menos siempre que no sea gente particularmente insoportable, en cuyos casos la inteligencia está muy mal llamada. Pero volviendo a la rubia, empecé a tener un poco más de contacto con ella hacia septiembre más o menos, en que mi rutina obsesiva y su lo que sea se empezaron a cruzar bastante más, y encontré en ella dos cosas muy interesantes: en primer lugar su honestidad, que no hay cosa que aprecie más en una persona que eso y que es a lo que me refería unos párrafos arriba cuando la mencioné por primera vez. Esta chica me ha dicho muchas cosas como son y me ha cerrado la boca más de una vez, cosa que no suele pasar (generalmente si cierro la boca es porque no creo que valga la pena seguir gastando saliva). En segundo lugar, encontré en su cabeza una maraña enredada de pensamientos, una voluntad de hacer cuando realmente lo quiere, una leve paranoia frente a las reacciones de la gente a la hora de relacionarse, una indecisión enorme a la hora de elegir un camino y una personalidad un poco obsesiva, aunque un poco más de lo que parece creo yo. En resumen, encontré en su cabeza una maraña muy parecida a la que hay en la mía. Por otro lado es muy simpática la forma en que nunca toma en serio las cosas que digo (especialmente cuando se trata de cosas de la facultad), al punto que la mitad de esas cosas creo que ni las escucha. Y a todo esto le tengo que sumar que es admirable la forma en que lleva su vida sin terminar de volverse loca (está bastante loca igualmente), entre actividades varias, novio y un rendimiento excelente en la facultad. En fin, una chica excepcional que da gusto conocer.
Además de ellas dos, que son de quienes más quería hablar en el aspecto social, acabé conociendo este año a muchísimas personas más dentro de un ámbito distinto al que estaba acostumbrado y realmente termino el año contento en este sentido. Creo que cada una de las personas que conocí (no solo incluidas, sino que especialmente las dos anteriores) han representado algo muy bueno en mi vida, y que puedo aprender varias cosas sobre mí y sobre los demás a partir de ellas. Y si bien por el otro aspecto el año todavía no terminó (me queda rendir un final), en el último tiempo me encontré frente a una decisión que todavía no pude tomar, pero no es tanto tomarla lo que importa ahora, sino el hecho que se haya presentado este panorama que no esperaba en el cual ciertas prioridades parecen invertirse, o el camino se bifurca de una manera mucho mñás pronunciada. Habrá cosas que pensar en los comienzos del 2011. Así que, siendo ya las 6:00 am y si bien no terminó aún, doy por finalizado otro año más. Tengan feliz año y después, sigan felices! ¿Qué más da lo demás?
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domingo, 28 de noviembre de 2010
Palabras lindas
heridas que vienen, sospechas que van
y aquí estoy
pensando en el alma que piensa
y por pensar no es alma...
Hay algunas palabras que son como las vedettes de todo lo escrito: alma, destino, amor, vida, muerte y todos sus allegados; sin ir más lejos, cuando no estoy hablando del tiempo yo me la paso hablando del destino, me fascina. Pero volviendo a Charly, "pensando en el alma que piensa y por pensar no es alma". Es como una descripción del alma totalmente inconsciente, la trata como un animal impulsivo encerrado dentro de cada uno, incapaz de seguir algún tipo de lógica. ¿Es esto el alma? La pregunta creo que está buena, porque para empezar habría que decidirse por creer o no creer en el alma. Pero cuando uno se plantea si cree o no en el alma, necesita entender qué es el alma, y he aquí el loop.
Yo no creo en el alma, aunque muchas veces me refiero a ella (es como eso de que las brujas no existen pero que las hay, las hay). Creo en la conciencia, creo en alguna suerte de espiritualidad dentro de cada uno de nosotros, algo intrínseco de nuestros cerebros, de nuestras personalidades, de nuestras formas de ser, ver y existir e interactuar con el entorno. Creo que la complejidad que encierran nuestras cabezas va más allá de lo que podemos comprender. Algo de ese estilo es un planteo filosófico por así decirle que ya tiene varios años, el problema de la autorreferencia, pero todavía no tuve tiempo para leer y pensar lo suficiente de esto, y no me quiero ir tanto de tema que pierdo el hilo y esas cosas de siempre.
Aquellos que creen en el alma, ¿la definirían como una bestia impulsiva? Podríamos señalarla con el dedo como la culpable cada vez que salen a la luz esas emociones turbias que cada uno oculta y finge frente al mundo que no están ahí (la careteada esa del día a día), aunque no se si a alguien le importaría demasiado que sea culpa del alma del pobre infeliz. Seguramente habrá quien la defina de una manera más linda y digna de un buen católico.
En fin... palabras lindas si las hay, palabras que por ahora no se gastan y siguen vendiendo como si realmente significaran algo; lo mejor que tienen es que al menos yo me sigo preguntando si realmente significan algo o no son más que inventos que a lo largo del tiempo se fueron construyendo a su alrededor toda una mitología riquísima que los adorna. Capaz que sea cosa del destino, vaya uno a saber. Sigan felices!
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lunes, 15 de noviembre de 2010
Like a rockstar
"Vive rápido, muere joven". Estaba leyendo una historia que me recordó esa frase. En realidad, primero vinieron unos comentarios deprimentes que me recordaron una historia no tan vieja que tenía guardada, así que me puse a leerla, y la historia me recordó esa frase. La historia es una versión más shakespeareana y reducida de (500) Days of Summer, aunque bastante más profunda y bastante menos romántica. Narra como va evolucionando día a día la relación entre los dos protagonistas, desde que empiezan a conocerse el primer día contándose un poco sus gustos, como si estuvieran viendo más o menos quién es quién, pasando al segundo día donde se empiezan a ver más claros los rasgos de cada personalidad, el tercer día donde empiezan a surgir detalles más personales de su vida y así toda la primera semana hasta que se nota forjada cierta confianza... sí, en una semana, cosa bastante extraña para el mundo real, pero bueno, no es más que una historia, ¿no?.
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miércoles, 27 de octubre de 2010
Todas esas cosas
Yo debo haber convencido a todos, incluyéndome, que no hay nada que me interese realmente, que no tengo pasión por nada en especial... y es cierto que mucha gente no me importa, que la mayoría de las cosas que pasan a mi alrededor no me preocupan, que no me interesa llevar una vida sana ni vivir muchos años más y que se yo cuanto; pero la verdad es que hay cosas que hago, y cosas que trato con verdadero amor. ¿Y qué es eso del verdadero amor? Es un trato minucioso, obsesivo, cuidadoso en todo sentido, es el trato que da valor. Naturalmente no voy a decirles de qué cosas hablo, pero los invito a parar un minuto y ver en sus vidas la cantidad de basura de todo tipo (viva, muerta, abstracta) que tienen acumulándose, fingiendo que vale algo, y los invito a ver algo más difícil: las cosas que realmente valen para ustedes. No se si me olvido de algo de lo que escribí recién, pero creo que la idea era más o menos esta. ¡Sigan felices!
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Hola, ¿hay alguien?
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viernes, 8 de octubre de 2010
Amor fati (segunda parte)
Como algunos saben, creo en el destino, y al final de este post les voy a dejar una frase que se topó conmigo dos veces esta semana, y verán si es caprichoso este tipo que hizo que me la entregaran dos personas tan particulares para mí. Me está quemando la cabeza el no poder recordar qué día fue la primera vez, ni en qué momento. Leí esa frase sin ningún contexto y todo el entorno se borró; hago memoria y veo con una nitidez perfecta la situación, pero todo el fondo está completamente blanco.
La primera vez vino con alguien que tiene una habilidad excepcional para jugar con mi mente, alguien que cuanto más ausente está, cuanto más lejos se va, más profundo se clava en mi cabeza; visto desde afuera es muy interesante, y hasta tiene su toque de gracia la ironía, aunque desde adentro sea tan traumático. Pero bueno, todavía queda demasiado por descifrar ahí, y muchísimo mal por hacer, pero no podría explicarles ni aunque quisiera (y la verdad es que no quiero) de qué va eso.
La segunda vez me la trajo alguien que en principio podría decirse del pasado, pero es en realidad una de esas personas que están siempre en el presente, probablemente la amiga más verdadera que haya tenido en el sentido convencional de la palabra, una persona a la que adoro prácticamente desde que la conozco, y aunque suelen pasar años entre nuestros encuentros, cada nueva vez es como si la última hubiera sido ayer (a menos de algún que otro golpe del tiempo).
¿Cómo elige el destino su lenguaje y sus mensajeros? Vino con dos personas tan dispares en tantas maneras y a la vez tan importantes en mi vida en una u otra forma, tan distantes en sus tiempos... eligió a la primera y a la última de aquellas que pueden hacerme cambiar mi forma de ver algo. No optó por la elección sencilla en la que calquiera hubiera pensado para llegar a mí, no; optó por alcanzarme desde dos vidas, desde dos ángulos opuestos... eligió muy bien.
La vida es tan débil, corta, irrelevante en nuestro día a día, y es en última instancia lo único que tenemos. El ambiente en que la pasamos a veces parece de utilería, y la mayoría de las personas con las que nos cruzamos lo son. Como bien saben, no necesito más de cinco minutos para decidir si alguien me cae bien o me cae mal, si vale la pena conocerlo o no, y para ver muchísimas cosas más que nunca digo... y la verdad es que eso nunca me falló. Sin embargo hoy estoy acá escribiendo esto (y omitiendo varias otras cosas), y si bien las certezas no existen, yo tengo algunas. Contengo el perfil que no tiene sentido contar acá y digo solamente que estoy convencido que no tengo razón para arrepentirme, tan convencido como lo estoy de que todo (no literalmente todo, claro) lo que esa imagen muestra es una absoluta mentira. Y así llego a escribir esa frase que en realidad no entiendo, pero si se tomó semejante molestias para que yo le prestara atención, por algo debe ser.
¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?
Solamente leí esa línea y su respuesta, así que no tengo idea qué trataba de decir con eso cuando la escribió, pero sé que si el destino dice algo es en serio, y nunca se equivoca (aprendí del mejor... bueno, puede ser que no tanto, pero casi). En fin, sigan felices.
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jueves, 9 de septiembre de 2010
Un dejo a resignación
Parece que hoy estoy despierto, al menos desde hace un par de horas. Creo que me dio un poco de energía ese rato mirando el cielo, y el irme cuando quise irme me permitió conservarla. Como sea, lo que importa es intentar usar eso para algo útil, como escribir (si me llega a salir) algunas cosas que pienso... o algo así.
¿Resignación o aceptación? nació por demanda popular. Bueno, puede ser que no demasiado popular, pero por ahí venía la mano. Creo que la idea era que me acercara un poco más al mundo, que mostrara lo que tenía para decir y que me mostrara lo que tenía para decir. El nombre está explicado en cierta forma en el primer post, y tiene que ver con las diferencias que hay entre aceptar algo y resignarse a algo, que si bien pueden parecer, y personalmente creo que son, sutiles, marcan dos caminos abismalmente distintos. Mirando un poco atrás me doy cuenta que acepté muchas cosas, pero creo que nunca me resigné, y la cuestión es si eso es bueno o malo.
La vida no es muy larga, pero si lo fuera, si viviéramos lo suficiente, tendríamos una primera vez para todo. Hoy tengo una suerte de lucha interna porque siento un dejo a resignación en mí. Creo que dejar ser es algo bueno, es lo que yo entiendo por aceptar a las personas de la manera que son, y es algo que intento hacer siempre con las personas que me importan. Con alguna persona tuve que pensarlo bastante, no por una cuestión de intentar cambiar una forma de ser, sino más bien por mi tendencia a tratar de hacer ver los distintos ángulos de las cosas. Cuando nos vemos a nosotros mismos lo hacemos inevitablemente en un espejo maldito, vemos un reflejo deforme de lo que somos, que nos engaña a veces para nuestro bien y a veces para nuestro mal, si es que cabe la distinción. Bajo esa tendencia que tengo a veces (sí, suena raro tendencia a veces, pero es así) me esforcé alguna vez en desviarle a alguien la mirada de su espejo y mostrarle una imagen de ojos ajenos. No son objetivos, es verdad, pero eso no existe; tampoco creo que la falta de objetividad implique necesariamente una falla en la imagen. Retomando, más allá que me haya costado hacerlo, creo que siempre terminé aceptando, y mis intentos nunca fueron cambiar a nadie, sino simplemente mostrarle que nuestra visión no es única, no es verdad absoluta y no está de más tener en cuenta las otras posibilidades que el mundo da.
Dejar ser es algo bueno, aceptar es algo bueno. En última instancia, queda en cada uno cruzar los brazos o abrirse un poco a una realidad más amplia. ¿Resignarse es bueno? Siempre creí que no, por eso nunca quise hacerlo. Incluso le tengo terror a la resignación, un terror que nace en que en la vida no siempre se puede volver atrás. Cada decisión que tomamos orienta el camino que sigue nuestra vida, y al resignarse se puede (y hablo solamente de posibilidad) estar cerrando una puerta que tal vez conduzca a un camino mejor, y si no se pudiera volver atrás, en esta vida no tan larga, eso es una pérdida, más o menos triste. Por esto ese dejo me perturba. También supongo que alguien podría pensar que en realidad me cuesta soltar la rienda y dejar que el control lo tenga otro (es una idea que se me acaba de ocurrir); no creo que sea así, y no creo tener ningún control más allá del que pueda tener sobre mi vida, que tampoco es completo. Será un dilema a solucionar, o no.
No se puede ignorar tampoco que las cosas cambian, mutan, evolucionan, involucionan, se portan como se les da la gana. Nada es estático, y creo que eso es bueno, sino sería todo bastante tedioso. Lo que no se si es bueno o malo es la forma en que lo hacen, y no se si es bueno o malo porque esa distinción de valores depende de quien lo mire, y el criterio que cada persona le dé puede influir en el de las demás personas. Para algunas cosas me gustaría saber si lo ven como bueno o malo para poder pesarlo y decidir si digo está bien o está mal. Eso es lo lindo de la comunicación, y lo feo cuando no la hay. También es cierto que las palabras pueden estar llenas de mentiras, pero eso es otro tema y yo prefiero asumir que no las hay, a menos que sean terriblemente obvias.
En resumen, cuando vale la pena, mi voto es sí a la preocupación, sí a la aceptación, sí a la comunicación y ojalá puede decidir respecto de la resignación. ¿Quién decide cuándo vale la pena? Eso debe ser cada uno, en mi caso, yo. Y a veces vale la pena. Esa es mi reflexión, si es que a alguien le importa... y lo sigue siendo aunque no le importe a nadie.
Y no, no mienten, pero hablan otro idioma, uno que se puede llegar a entender pero no se puede traducir. Sean felices, que la felicidad existe, y después: ¡sigan felices!
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jueves, 26 de agosto de 2010
La navaja de Ockham
Conocí la navaja de Ockham hace algunos años, no me acuerdo muy bien cómo, pero tampoco tiene importancia. En un principio me pareció que no tenía mucho sentido, pero con el tiempo le fui tomando algo más de cariño, hasta aceptarlo como un principio bastante prometedor. Hoy me vino a la mente otra vez, entre otros tantos delirios, y me di cuenta que es completamente válido. La explicación más simple suele ser la correcta. "Suele" en un sentido probabilístico si se quiere, por lo menos cualitativamente. ¿Cuál es el asunto con este principio? Lo genial que tiene es que cambia el problema de decidir cuál explicación es la correcta por el de decidir cuál es la más simple. Si uno pudiera decidir cuál es la correcta, no necesitaría nada más porque ya la tendría. Si uno pudiera decidir cuál es la más simple entonces tendría una que probablemente es correcta. Decidir qué explicación es la más simple es un infierno, así que la navaja de Ockham puede ser genialmente inútil, y no sólo inútil sino que hasta contraproducente.
No leí suficientes libros como para encontrar alguna historia o alguna frase que exprese lo que trato de decir. Entonces debería encontrar una manera de hacerlo con mis propias palabras, pero la verdad es que nunca se me dio muy bien eso de expresarme, y no hay motivo para que cambie ahora. De cualquier modo fue un viaje largo y creo tener un par de respuestas.
¿Qué hacía ahí? Bueno, la pregunta no es esa específicamente, lo que hacía era lo que estaba haciendo, eso es obvio. ¿Por qué estaba ahí? Esa es la cuestión. Estaba ahí porque quiero, y estaba exactamente ahí, en ese lugar y no en cualquier otro porque es lo que quiero. Sí, eso es lo que quiero, más allá de todas las estupideces que pueda decir, más allá de la eterna inseguridad y la falta de decisión, eso es lo que quiero. ¿Por qué una certeza se invirtió? Porque lo que llevo vivido me enseñó a aguantar cualquier situación con una sonrisa, sea el desprecio o rechazo de alguna persona querida, sea el abrazo y apriete de aquel borracho delincuente, sea el insulto en la cara que tantas veces me echaron, sea la hipocresía del entorno, sea la falta a la confianza que tan pocos llegan a conseguir de mí.
Las personas, sin embargo, tienden a elegir obsesionarse y armar una o varias realidades dentro de sus cabezas donde las cosas son horriblemente complicadas, y borran completamente la verdad de lo que los rodea. Los problemas crecen en la cabeza de la gente, los problemas se convierten en problemas en la cabeza de la gente. Podría decirse que es una forma de engañarse, y el primer paso para solucionarlo es sincerarse con uno mismo. No se si es tan así, ni siquiera se si eso es posible. Tal vez una solución a eso sea derrumbar toda idea relacionada que uno tenga, demoler completamente, sin dejar un solo pedazo, esos mundos de pesadilla que nos creamos y volver a mirar alrededor a través de esa navaja nefasta. Tal vez no, no lo se, es una opinión mía nada más, y como ya me han dicho, lo que digo no aporta soluciones a nada, es solamente verborragia que escupo porque se me da la gana.
Y empieza el dilema de lo que es y lo que no es, lo que existe realmente y lo que es solo una ilusión. Y si nos damos cuenta que es una ilusión, ¿no será la ilusión el creer que es una ilusión? Y está ese tipo con el que tengo sentimientos un poco encontrados, que dice: no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió. ¿Cómo saber si se añora de verdad? ¿Cómo saber si no fue una ilusión? Dado un cierre debe ser muy fácil confundir algo que nunca fue con algo que termina, más cuando la gente ve y escucha lo que quiere ver y escuchar. Entonces, ¿realidad o ilusión? Ni una ni la otra, no debería ser un problema, el problema es ese poco de cobardía que hay en cada uno para tejer un red tan complicada; en buscar tasar todo sin siquiera conocerlo. Todo tiene un valor, pero no se entiende si gusta o no gusta en función de ese valor. Todo es complicado cuando la vida es tan sencilla. Creo que a muchos les falta perspectiva.
Y entonces la historia no empieza con nada de eso. La historia no empieza, porque no es historia, no hay historia. ¿Podría haber explicación más simple que esa? Bueno, no nos emocionemos, no es más que probablemente correcta. Sigan felices!
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sábado, 14 de agosto de 2010
Ganas
Hace frío allá adentro, hace frío allá afuera, hace frío acá, donde quiera que eso sea. No, no, no se perdió nadie, ni se encontró, ni se olvidó. Se quedó un rato, a mirar para uno y otro lado, se paró un rato sentir el viento, a ver la brújula dar vueltas como una ruleta; ese cero, nunca falta una ahí, pero no le sobra para el resto de la mesa. Una croupière de ojos celestes tirando un turn de picas junto a los corazones. Él aferrado a sus tréboles, como de chico salvo una hoja, mentiroso nato que sueña con un diamante en el river. Como siempre la pregunta: ¿habrá otra ronda? Es el problema de los (malos) jugadores: nunca quieren irse perdiendo, así que esperan a ganar para retirarse, pero nadie se retira cuando va ganando. Habrá otra ronda, mientras quede algo que poner sobre la mesa, habrá otra ronda mientras quede algo que perder.
Prendiendo uno más, azul, no verde. Navidad sigue siendo en diciembre y el invierno depende del año. Sirvo uno y brindo por ella, como siempre que el vaso es ancho, esa musa sin nombre inspiradora de (buenos) borrachos. Y ahora sí, que pasó un buen rato, con este vaso de ron y este cigarro cubano me despido hoy. Sigan felices!
Dedicado a las morochas, las rubias y las coloradas truchas, y un abrazo fuerte a Joaquín Sabina.
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martes, 20 de julio de 2010
Amigos y enemigos en la piel y un poco más
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viernes, 16 de julio de 2010
Contrariedades y contradicciones
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sábado, 3 de julio de 2010
Dramatismo celestial
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martes, 29 de junio de 2010
Júpiter, la Luna y mi Sol
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sábado, 5 de junio de 2010
¿Reir o llorar?
¡Uy, mirá, hice este experimento, mandé unas temperas y las piedras caen para arriba, chabón! Y ahora que te lo creés ya está, es tu mundo. En tu mundo usás ojos de mentira, dibujás lo que te rodea y escribís un cuentito de lo que sos. "Dale flaco, no te metas"... ¡pero te digo que vale la pena! Salí un rato a pasear, salí de ese encierro y mirá desde acá. Pero bueno, que lloren los otros, ¿de qué sirve? Yo elijo sonreir(te). Igual all's well that ends well, pero ponele que falta.
¡Sigan felices!
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martes, 1 de junio de 2010
Pleasure little treasure
Pasamos los días a las corridas; nos alteramos, nos preocupamos, padecemos fracasos, nos torturamos tratando de alcanzar metas que ni nosotros estamos muy seguros dónde están. Peleamos con un monstruo enorme al que le damos de comer con cada respiro y nos olvidamos, ¿nos olvidamos? Después llegan esos ratos, esos placeres que nos desconectan de ese mundo, un minuto, diez, treinta, un día y se pasan otra vez. ¿Cuál es el sentido? Podríamos elegir vivir por instintos, subidos en un tren de placer, pero no lo hacemos, ¿por qué? Será que en la vida hay algo más que eso, será que necesitamos de algo más para llenarnos. ¿Será que los placeres son placeres por falta de abuso? Así elegimos vivir.
Quizás porqué... ¡sigan felices!
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domingo, 23 de mayo de 2010
Química y física
La química nace históricamente con los trabajos de Antoine Lavoisier, especialmente desacreditando la teoría del flogisto, publicados en su Traité Élémentaire de Chimie en 1789, unos pocos años antes de ser guillotinado. Por supuesto había cosas parecidas desde mucho antes, hoy consideradas como alquimia.
La química no cambió realmente demasiado en los siguientes 200 años. Es verdad que se desprendieron montones de ramas inmensas que se desarrollaron hasta casi constituir ciencias separadas, pero los principios básicos de la química siguen siendo los mismos, y la forma de pensar sigue siendo la misma. Los químicos siguen tratando sistemas macroscópicos; puede hablarse de enlaces, electrones, orbitales, modelos cuánticos, cinética, termodinámica, etc., pero a la hora de trabajar, qué pasa y qué no pasa sigue dominado por la estadística. Los sistemas con los que se trabajan tienen billones y billones de moléculas, con lo que una distribución normal no sorprende a nadie. Es un bosque inmenso para mirar, ¿no sienten que se pierde algo? Cuando las cosas son tan masivas tampoco es de extrañar que los modelos ideales se desvíen asquerosamente; la química real sigue haciéndose con los dedos.
Es cierto que con el descubrimiento de los rayos X a finales del siglo XIX y el surgimiento de la mecánica cuántica en la década de 1920 se pudo empezar a pensar la estructura de la materia desde un aspecto más fundamental. Las técnicas espectroscópicas que siguieron permitieron una relación mucho maás fuerte entre la visualización experimental y el trabajo en base a modelos teóricos. Es decir, la química-física nació y creció hasta llegar a una especie de crisis de identidad. Una gran parte de lo que hoy se llama química-física y química cuántica choca con la forma de pensar química. La química es el estudio de las transformaciones de la materia. La física por su lado es (entre otras cosas) la encargada de estudiar a la materia propiamente dicha (omitiendo la energía, pero no está tan lejos cuando incluimos los limes de Einstein). La química-física recibe su nombre por estar un poco de cada lado, pero creo que cada vez más se convierte en una ciencia física dedicada a estudiar la química. Es una paria que incomoda por igual a físicos y químicos.
Yo pienso, creo y siento que estas divisiones solamente hacen mal. Creo que la necesidad de dividir y especializar nubla cada vez más la visión de aquellos que se dedican al estudio de la naturaleza. La naturaleza es una entidad única, indivisible, como lo es cualquier sistema complejo, como lo es una persona. Cuando dividimos dejamos zonas entre cada subconjunto donde las cosas que pasan no parecen ser asunto de nadie, y donde los pocos que aceptan meterse realmente no entienden muy bien donde están parados. Es lógico que el continuo desarrollo de conocimiento lleve a la necesidad de especializar a la gente, cuya capacidad y cuyo tiempo es limitado. Pero especializar no debería ser compartimentalizar.
Creo que la química es la ciencia más fascinante que hay. Es muy difícil transmitirle a alguien lo amplias que pueden ser las "transformaciones de la materia". Pero nos olvidamos que todo esto nace en algo fundamental, que hay mucho más en el fondo, que todo es producto de interacciones más profundas que no entendemos. Y creo que ahí es donde hay que mirar. Lamentablemente el pensamiento de los químicos no abarca estas ideas. Lamentablemente los físicos no ven más allá de la brujería en la química. Creo que es esto lo que intento hacer notar.
Físicos, químicos, naturalistas: igual sigan felices!
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domingo, 16 de mayo de 2010
El paraíso en la mente
Como otras tantas veces me meto en este hueco para evitar un ratito la realidad, para hacerme el rebelde y dejar un poco de lado eso que debería estar haciendo. Creo que eso es un poco la jabalina simpática que nos mantiene jóvenes y alegres. Ayer estaba leyendo algunos posteos viejos, mientras buscaba unas fotos o algún video; cuando uno se lee a sí mismo encuentra cosas muy extrañas, tantos cambios en tan poco tiempo y cosas por el estilo. O no, tal vez es una mala impresión, no voy a fingir que lo se. Lo que sí se es que la vida es bella si la dejamos ser, y no hace falta más que dejarla ser, el resto se construye solo y te sorprende, y ahí está lo lindo de todo esto: es que nunca se sabe. Digo gracias al aire y a nadie más, porque hoy no necesito nada, y todo lo que venga, a lo sumo, podrá hacerme bien. Espero que sigan felices, por ustedes y no por mí.
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jueves, 4 de marzo de 2010
No hay peor ciego que el que no quiere escuchar
No se extrañan el juego, el cigarrillo, ni las drogas ni el alcohol; se extraña el placer, y un poco el hábito. Pero igual que ellas, ninguna es indispensable para nadie. ¿Y qué es un trozo de alma? Sigan felices, con guiño y todo.
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domingo, 28 de febrero de 2010
Corre sangre y el perfume...
De chico aprendí que si algo vale la pena, hay que defenderlo sin importar nada. No importa lo que te hagan, siempre podría ser peor, así que tan malo no es. Ni siquiera hay que dar una mueca. Al principio estaba bien, y sigue estando bien, pero en algún punto se tragó algo. Hay una alegría enterrada en esa fachada a la que no dejan salir. Lo que trato de decir es que es un principio que tiene sus problemas: para empezar, identificar qué cosas valen la pena; ni me voy a meter en eso, porque no tiene nada que ver. El otro es contener esa faceta inexpresiva en un rinconcito y no dejarla comerse al resto de la persona. Bueno, no se, algo falló, pero se que está todo. Creo que a veces alguien lo ve, nota algo ahí y no termina de darse cuenta. A veces lo veo en algunas miradas, y me alegra mucho, pero después se va.
Estoy un poco desorganizado, así que uso los párrafos para que esto sea un poco más entendible y no por ningún motivo "literario". No puedo decir que algo se comió al nene alegre, porque la verdad es que la cosa es un poco más complicada y mucho más vieja. Es algo en paralelo, no se cómo explicarlo. No quiero explicarlo, no hace falta, no es la idea de esto. No se doctor si busco a un culpable que no sea yo, o si busco una razón que no conozca o si trato de entender por qué el presente está como está. A veces siento a los más cercanos tan lejos. A veces siento que no me conocen, que a pesar de todo lo que me esforcé para que lo hicieran siguen ciegos y pienso: ¿no será que ese esfuerzo fue una ilusión? Pudo ser todo un invento, es posible que yo los haya guiado a desencontrarse conmigo. Creo que lo saben y se lo callan, que ven que algo no está en su lugar, que algo falta en el personaje para ser persona, pero tampoco saben qué, no es su culpa. Hay en especial una mirada que de vez en cuando me viene y no puedo sacármela de la cabeza. Me aterra, me aterra porque me desconcierta, no capto nada de esa mirada, no la entiendo ni un poco, no se si es buena, si es mala, si es indiferente. Creo que algo ve, creo que es importante. No necesito ni cerrar los ojos para verla como si la tuviera apuntándome ahora mismo.
Pero puede ser que no. Puede ser que todo esto sea la mentira, y que todo lo demás sea la pura verdad. Corriéndome un segundo, apostaría a una combinación de ambas. Seguro le estoy pifiando a una parte de esto, pero seguro que algo hay. Hay sangre en esas venas también, doy fe de eso. Sigan felices!
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martes, 23 de febrero de 2010
Un saludo casual
Hasta recién estábamos recordando un momento muy lindo de sus vidas. Ahora me gustaría ir un poco más allá. Quiero que piensen cómo llegaron a esa situación, es decir, quiero que piensen qué cosas pasaron para que tanto ustedes como yo estuviéramos en ese lugar, en ese momento, y no solamente eso, sino también para que se diera una continuidad que llevara a algún tipo de relación. ¿Qué decisiones se tomaron? ¿Quién las tomó? ¿De qué manera las cosas pudieron ser distintas? ¿Se necesitaba tanto para que nada pasara?
Algunos culparán a un colectivo que no paró, a una gripe, un forro pinchado, a los militares, la segunda guerra, a los nazis, al archiduque, la Revolución Francesa, Américo Vespucio, Jesús, etc. Pero entonces, ¿hay un culpable? El detonante que encontramos depende de qué tan lejos estemos dispuestos a mirar, o desde otro punto de vista, de qué tan rápido nos aburre pensar en estas cosas. Así que yendo hacia atrás, nos conocimos por casualidad.
Lo que propongo ahora, por más triste que sea, es que nos olvidemos un momento de mí. De la misma manera que nos podemos plantear esto para la situación en que nos conocimos, podemos planteárnoslo para cualquier momento de nuestras vidas, para cualquier cosa que nos haya pasado. Pero entonces, ¿todo en nuestras vidas es casualidad? Y el control que tenemos sobre las cosas que hacemos, las decisiones que tomamos, ¿es todo una ilusión? Entonces, ¿para qué...?
Y sin embargo, las casualidades no existen. ¡Sigan felices!
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lunes, 28 de diciembre de 2009
Lo que se gana cuando se pierde
Este año descubrí un nuevo mundo sin uniforme, al menos sin uniforme blanco - que dicho sea de paso tiene muy poca onda y está re trillado - en el cual la gente tiene preocupaciones muy irreales. En este mundo a casi nadie le preocupa que no le falte nada a sus hijos, porque casi nadie los tiene; a casi nadie le importa lo que dice su recibo de sueldo, porque casi nadie tiene recibo ni sueldo, y podría seguir, pero creo que se entiende la idea. En este año sabático encontré que un mismo lugar físico desde dos enfoques muy distantes representa dos lugares completamente distintos. Un lugar de paso se convierte en una suerte de mala casa, un café pasa a ser un ritual. El día no empieza a las 5 ni a las 6 ni a la hora que te levantes: empieza dos o tres horas después que abrís los ojos.
Este año descubrí algunas cosas más. Me sorprendí, me interesé, se despertó un poco mi curiosidad, por así decirlo. Pero esa es una cuestión abierta para el 2010, el 2011 o el que sea. En mi cabeza se plantean situaciones, se plantean conflictos; como siempre, se plantean cosas que no hace falta plantear. Innecesariamente hago análisis de fantasías, construyo mundos y los derrumbo. También es un poco peligroso, porque hace que me aburra de realidad antes que sea realidad, sacándole toda oportunidad. En fin, hubo un par de cosas hasta hace quince minutos malas, que vistas detenidamente fueron las mejores del año... lo que se gana cuando se pierde. Hubo cosas que ya etiqueté como buenas contra todo pronóstico, y no se hasta qué punto lo fueron: lo que se pierde cuando se pierde. Por otro lado, puedo decir que hubo cosas, lo cual ya es algo.
Este año todavía no se fue, y no se va air hasta los primeros días del que viene. La parte buena sí, ya se fue, pero se fue para volver... quizás. ¿Qué me depara el próximo? Ni puta idea. ¡Feliz año! Y aún más, sigan felices.
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miércoles, 18 de noviembre de 2009
La claque descalza no aplaude y la audiencia a 60 va a mil
Hay otro mirando desde la platea, a 60 por hora. Usa binoculares y tiene la espalda rota. Conoce el peso de otra realidad, y no vale la pena intentar comparar. Distintas realidades compartiendo un mismo espacio es un espectáculo que resulta raro al ver, pero daría igual que fuera otro espacio, la interacción entre ellas, para lo que importa, no pasa de ahí. Hablen los que saben del gran plano de las cosas, no es lo que me interesa ahora.
A nadie le gusta cargar un peso en la espalda, a nadie le gusta vivir una realidad que no le satisface. Pocos ven la belleza de la suya, pocos entienden lo que importa, porque no saben lo que vale. De cualquier modo no pueden compararse entre ellos, no pueden compararse desgracias, malos pasares ni logros. No pueden compararse hechos de distintos mundos sin caer en la opinión, en la filosofía del espectador. ¿Esto es mejor? ¿Esto es peor? ¿Esto importa?
La audiencia tras la ventanilla dedica unos segundos a mirar, unos minutos a pensar y se olvida por un rato. Da su atención entre una realidad y un sueño, en medio de la batalla por distinguir con cuál quedarse, como si eso tuviera algún sentido... y falta paz, la prueba de las 36 horas ya más que doblada. Una habitación vacía, un gusto amargo, una charla para decirle a quien no entiende y escucharse a uno mismo. Escucharse con una ilusión, que como siempre no se cumple. Una ilusión simplemente triste. Ninguna de las cinco palabras regentes resuena. Sin embargo, hay otro espectáculo. ¡Sigan felices!
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jueves, 29 de octubre de 2009
Crónica de un sueño desperdiciado
Vivían en el mismo castillo de cristal. Él se escondía en el sótano y ella miraba por el balcón. Desde afuera las paredes eran ventanas, desde adentro estaban tapiadas. En el centro una frágil torre de papel por la que se deslizaba una cuerda de la que él tiraba constantemente, y el tañido de las campanas ensordecía a todos alrededor, excepto a esos ciegos que no querían escuchar. Pero en el país de los ciegos el tuerto es rey, y en el de los idiotas, el rey, es el rey de los idiotas, tuerto o no. En este país había un solo castillo.
Afuera el invierno se hacía primavera y ya estaban en verano. Adentro el tiempo estaba congelado, no pasaba nada, y el tiempo no existe donde nada pasa. Pero se iban los años y ellos seguían buscando... a veces se movían, a veces esperaban, a veces se quedaban, pero la luz nunca se hace si no hay nada que ilumine, y así como Godot nunca llegaba, nadie alumbra si no es capaz de notar la oscuridad, no hay respuestas donde no hay preguntas.
La falta de comprensión duró una vida y los días dejaron de correr, Romeo y Julieta no se conocieron hasta el lecho postrero, sin veneno y sin Shakespeare. El castillo se derrumbó y los añicos de una maravilla perdida les enseñaron en un instante la vida que no tuvieron. Supieron que es mejor vivir enfrentando un futuro incierto que morir añorando el pasado que nunca fue. Bastó un instante para que sufrieran la tortura de una vida. En un solo instante aprendieron lo que nunca se atrevieron a saber. Pero lo entendieron, ya habían perdido.
¡Sigan felices!
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miércoles, 21 de octubre de 2009
La brisa y el vendaval
Cuando la acidez brotó y empezamos a ser yo. Dice que hoy los tiempos van a mil, digo que siempre van a mil, digo que a veces paran y dejan mirar, nada más que mirar. Pero el que sabe se conforma, pero de conformarse hablaban Charly y Nito. Thank you.
Entonces pisamos sobre tierra un poco más firme y realista, tragamos arenas más suaves, sin tormentas, apenas una brisa, que quiere ser ventisca de vez en cuando, con el cuando del vendaval que trae el resto del sur. Aprendí a disfrutar, a alegrarme como nunca. Aprendí a aceptar que no importa nada más, que no importa quién ni cuándo, no es exacto, y acá sin existencia en la parte real aseguramos unicidad en la imaginaria (no es matemática, no le busquen sentido por ese lado que no van a tener suerte).
Tengo mucho que decir, pero siento que acabo de decir gran parte. Es mentira, ya lo se, nadie lo puede entender. Seguramente en unos días ni yo entienda lo que dice. Pero la verdad es la verdad después de todo. Y yo no soy actor, ya hay bastantes para fingir. Sigan felices!
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sábado, 10 de octubre de 2009
Life is what happens to you while you're busy making other plans...
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lunes, 14 de septiembre de 2009
Puro love baby!
Lunes 1:30 pm. Junté coraje con la ayuda de mi nuevo compañero y la enfrenté. Desnudé mi alma ante ella y bajo la mirada reconfortante de aquel que me decía que eso que estaba haciendo era lo correcto. Fueron unos minutos de pelea y se hizo el clic en mi mente. Bastó que la tocara, como debí hacer desde un principio. Una caricia y eso fue todo. Estalló el amor a presión, una relación renovada, amor nuevo, o viejo... como si los años no hubieran pasado, como si no hubiera sido tiempo perdido. Yo supe vivir sin ella, y ella se escondió de mi. No nos entendíamos y yo actué de manera cruel y dije esas cosas feas aquel 6 de mayo, pero hoy, les digo a todos ustedes, esto es amor. Y le digo a ella, esto es puro love baby!
Así que, espresso colombiano de por medio, me despido. Sigan felices! Yo tengo mis buenos minutos.
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sábado, 12 de septiembre de 2009
Mentime que me gusta
Realmente no entiendo, porque es obvio que los mueve la cobardía, pero no llego a comprender el valor de sus miedos. ¿Le temen a cómo los vean, a pasar vergüenza, a lastimar?¿Necesitan engañar a los demás?¿Necesitan engañarse a ustedes mismos?¿Realmente necesitan mentir para sentirse seguros? Y si el problema anda por alguno de esos lados, ¿no le temen a quedarse solos, convertirse en personas en las que nadie confíe?
Yo soy un tipo bastante tolerante creo, pero realmente odio cuando la gente me miente. Siento que intentan tomarme por idiota o que simplemente les importo un carajo (lo cual a veces no significa nada y a veces si). Me parece que deberían ordenar mejor sus miedos, las mentiras no llevan a un lindo destino. Pero bueno, esto es solamente una opinión que se me cruzó por la cabeza decir por acá en este ratito que no estoy haciendo nada. Lo que digo es que no viene a nada, no es algo personal, es simplemente un pensamiento de esos tantos que tengo y que, a veces, se me ocurre contar. La confianza es muy frágil. Dicho esto, sigan mintiendo felices! No pretendo cambiar el mundo, ni un poquito.
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