jueves, 25 de junio de 2009

Cosa de hombres

Extracto de una mala traducción de Hamlet. Acto segundo, escena VII.

Polonio.- ¿Cómo os va, mi buen señor? (Hamlet entra leyendo un libro.)
Hamlet.- Bien, a Dios gracias.
Polonio.- ¿Me conocéis?
Hamlet.- Perfectamente. Tú vendes peces.
Polonio.- ¿Yo? No, señor.
Hamlet.- Así fueras honrado.
Polonio.- ¿Honrado decís?
Hamlet.- Sí, señor, que lo digo. El ser honrado, según va el mundo, es lo mismo que ser escogido entre diez mil.
Polonio.- Todo eso es verdad.
Hamlet.- Si el sol engendra gusanos en un perro muerto, y aunque es un dios, alumbra benigno con sus rayos a un cádaver corrupto... ¿No tienes una hija?
Polonio.- Sí, señor, una tengo.
Hamlet.- Pues no la dejes pasear al sol. La concepción es una bendición del cielo, pero no del modo en que tu hija podrá concebir. Cuida mucho de esto, amigo.
Polonio.- Pero ¿qué queréis decir con eso? (Aparte.) Siempre está pensando en mi hija. No obstante, al principio no me conoció... Dice que vendo peces... ¡Está rematado, rematado...! Y en verdad que yo también, siendo mozo, me vi trastornado por el amor..., casi tanto como él. Quiero hablarle otra vez. (A Hamlet.) ¿Qué estáis leyendo?
Hamlet.- Palabras, palabras, todo palabras.
Polonio.- ¿Y de qué se trata?
Hamlet.- ¿Entre quién?
Polonio.- Digo que de qué se trata el libro que leéis.
Hamlet.- De calumnias. Aquí dice el malvado satírico que los viejos tienen la barba blanca, las caras con arrugas, que vierten de sus ojos ámbar abundante y goma de ciruela, que padecen de gran debilidad de piernas y mucha falta de entendimiento. Todo lo cual, señor mío, no me parece bien hallarlo afirmado en tales términos; porque al fin vos seríais sin duda tan joven como yo si os fuera posible andar hacia atrás como el cangrejo.
Polonio.- (Aparte.) Aunque todo es mentira, no deja de observar método en lo que dice. (A Hamlet.) ¿Queréis venir, señor, a donde no os dé el aire?
Hamlet.- ¿Adónde? ¿A la sepultura?
Polonio.- Cierto que allí no da el aire. (Aparte.) ¡Con qué agudeza responde siempre! Estos golpes felices son frecuentes en la locura, cuando en el estado de razón y salud tal vez no se logran. Voy a dejarle y disponer al instante el careo entre él y mi hija. (A Hamlet.) Señor, si me dais licencia de que me vaya...
Hamlet.- No me puedes pedir cosa que con más gusto te conceda, exceptuando la vida, eso sí, exceptuando la vida.
Polonio.- Adiós, señor.
Hamlet.- ¡Fastidiosos y extravagantes viejos!
Polonio.- (A Guillermo y a Ricardo, que salen por donde él se va.) Si buscáis al príncipe, vedle ahí.

Hace unos cuantos años que leí Hamlet, debería volver a hacerlo. Pero la idea de esto no es hablar de Hamlet ni de Shakespeare. Solamente transcribí esa escena porque me parece representativa de los dos personajes, y los dos personajes me parecen representativos de dos tipos distintos de personas, y hacia ese lado es que apunto. No tipos de personas, sino tipos de hombres. Y en realidad tampoco tipos de hombres, sino el estereotipo de hombre. Y tampoco quiero hablar de una idealizacion del hombre, sino de la triste realidad.

Hamlet es una obra que data del año 1600, es decir, redondeando, de hace cuatro siglos. En la escena anterior Shakespeare nos presenta un diálogo entre el príncipe Hamlet, un individuo muy perturbado, y Polonio, el chambelán (usen el diccionario, no hay palabra fácil para darle título) adulador. Hoy esos personajes son tan actuales como lo eran hace cuatro siglos. Hamlet es un pobre loco, Polonio es un buen prototipo de hombre en edad madura.

Quiero salirme un poco del tema e ir más allá de estos ejemplares. Polonio es un buen modelo de futuro para la gente de la que quiero hablar, pero no es a lo que apunto. Mi interés hoy es dar lugar a una visión de los hombres jóvenes, los que aún están esculpiendo el molde de sus vidas, los que la sociedad abraza e incuba.

¿Un hombre es lo que quiere ser? Mi respuesta es no. Una persona es lo que quiere ser, pero hoy por hoy, un hombre es lo que un hombre es. La palabra hombre trae un montón de implicaciones, condiciones que se presuponen cumplidas para aquel que así desee llamarse. A mí mi papá no me enseñó a ser un hombre (no es una crítica, en realidad no se si es algo que se supone que se enseñe), pero sí me mostró algunos aspectos de lo que es un hombre. Yo aprendí de él que un hombre es un ser orgulloso, de opiniones firmes, responsable, frío, sin sentimientos pero que se ocupa de su familia. Al menos eso es lo que aprendí de chico. Con los años me di cuenta que algunos aspectos de esa imagen no eran del todo ciertos en él, pero bueno, yo ya estoy formado. Pero me estoy desviando y no es la idea. La cuestión es que esas son algunas características que alguna vez yo creí que un hombre debía tener. Pero no es tan así tampoco. Dije que quería hablar sobre un rango de edades distinto, así que vamos a eso.

El hombre según la sociedad. Actualmente el mundo funciona de una forma loca, pero locos son los que creen que debería ser de otra forma. La imagen del hombre, que tiene una aceptación aberrante, es la de un sujeto materialista que a partir de los veintitantos años centra su pensamiento en el desarrollo de una carrera profesional orientada principalmente al sector empresarial, en la formación de una familia, en comprar un auto, una casa, etc. Un hombre tiene que pensar de esa manera. Pero, ¿cómo tiene que actuar? Esa es la pregunta importante y, por supuesto, tenemos una respuesta grabada. El hombre tiene que ser machito, tiene que mostrar que tiene razón, tiene que mostrar que es un tipo gracioso, tiene que mostrar que es alguien querible, tiene que mostrar que es una persona que puede asegurar un futuro apacible acorde a las necesidades que la vida actual impone. Un hombre tiene que actuar, tiene que convertir el mundo real en un teatro inmenso donde representar la obra de su vida, y esa obra le tiene que gustar a los demás. Le tiene que gustar a los hombres ya formados, para que le posibiliten el acceso a ese selecto club, le tiene que gustar a los demás proyectos de hombre para que sean sus amigos, le tiene que gustar a las mujeres, para que algunas sean sus esposas a lo largo de su vida y otras sus amantes, al menos hasta el día en que le baste con pagarles. Le tiene que gustar a todos. Pero por supuesto que eso no es suficiente; tiene que demostrar que la formación de una familia es parte de su proyecto de vida y, obviamente, tiene que tener un proyecto de vida. Es un proyecto de hombre, y la vida del hombre es un proyecto.

Y acá estoy yo escribiendo. Escúchenme bien: ¡yo digo orgulloso de mí que no soy un hombre y espero no serlo nunca! Comparto algunas de las características con los especímenes que acabo de describir, sólo algunas. Pero, ¿hacer de mi vida una obra de teatro? La vida es vida, cada quien debería vivirla a su manera. Si por este tipo de cosas no le gusto a la gente, si por esto muero solo, voy a morir felizmente solo. Y si no es felizmente, al menos va a ser a mi manera, al menos habré respetado la vida. No voy a ser la marioneta de nadie; no voy a ser feliz siempre, no voy a tener todo lo que quiero, no voy a disfrutar al 100%... y ser yo lo vale. Ustedes véndanse a quien quieran, yo no soy un hombre y no me interesa serlo. Soy yo... ¿quién más puede decir eso? Si un hombre hecho y derecho según la sociedad hace esa pregunta, la multitud alza las manos. Es lo que hay. Sigan felices!

miércoles, 24 de junio de 2009

Anuncio

Como todos ustedes ya sabrán (y si no es así lo sabrán ahora), estamos en época de parciales. Para los estudiantes este suele ser un período del año particularmente estresante, en el cual deben enfrentarse a temibles enemigos tales como la suciedad, el hambre y el maldito sueño que vienen a ponerlos en las más traumáticas encrucijadas: ¿puedo aprender relatividad especial viendo caer las gotas de la ducha?; ¿como o termino con la hoja 18 del inciso xxxvii del ejercicio 2-a de la guía 1/58?; ¿dormir o leer el apuntecito introductorio de ODE de 90 hojas que subió Noemí para poder empezar a estudiar?... y cosas por el estilo. Bueno, yo debo admitir que las empanadas estaban bastante pasables, la cama se está encariñando conmigo y si aún no me bañé no hay ningún efecto relativista involucrado, sólo el clásico debate entre la estufa y el invierno que sufre cualquiera que tiene el baño afuera. Pero esto señores, deberá cambiar.
Si escribo esto es solamente para anunciar la apertura de una nueva encuesta, cuya consigna es: ¿cuántas firmas más habrá en mi libreta el día 18 de Julio? Se contabilizarán también firmas posteriores a la fecha debidas a eventuales demoras en la corrección de exámenes. No voy a aportar datos que los ayuden a decidir, ustedes elegirán la opción que consideren correcta en base a sus propios criterios. Veremos cuánto me conocen.

Aclaración: No hay premios ni llantos, a menos que cambie de opinión.
Otra aclaración: Si quieren que después les crea, dejen como comentario en este post sus respuestas.

lunes, 22 de junio de 2009

Extracto de las vidas de mi vida

Bueno, la historia, que no es historia, va más o menos de la vida. De las vidas de la vida en realidad. La verdad es que eso de que vida hay una sola es una mentira atroz; hay muchísimas vidas, nos la pasamos muriendo y renaciendo. A veces agonizamos más, otras es todo más de golpe, incluso a veces morimos mientras dormimos. Yo he muerto muchas veces y renacido otras tantas.
Hoy no soy el chico que era a los 10 años, a veces alegre. Ese agonizó murió hace mucho. Pero luego de él, nació otro, que comenzó a ver las cosas de otra manera. Nunca tuvo mucho aprecio por la vida, creo que de hecho jamás disfrutó de nada. Ese nunca quizo a nadie, ese conoció los vicios y los adoptó a cada uno de ellos. Fue como una estrella de rock sin talento, viviendo rápido y muriendo pronto. No creo que haya llegado a los 15.
Pasado el tormento injustificado, nace por aquellos años un joven más alegre. Tampoco sabía querer demasiado, pero al menos sabía disfrutar un poco más. Este pretendía vivir, aunque sea un poco. Supo experimentar cosas más lindas, también supo sufrir bien, supo quererse un poco a sí mismo, supo aprender a pensar que no absolutamente todos estaban en su contra. Ese casi fue feliz. Creo que su vida terminó a los 18 o 19.
No creo poder decir que otro nació en esos años, pero siendo un poco más permisivos con los términos, voy a aceptar que sí. El nuevo sujeto anameció solo con un mundo que se le venía encima, del que nada conocía. Él simplemente remó, remó cuanto pudo sin mirar a ningún lado. Pero no tenía ayuda, y acabó por naufragar. A su suerte, en el naufragio encontró algunas compañías. Se armó una familia de papel y aprovechó las experiencias de vidas pasadas para armarse otras cosas. Los vicios ya conocidos se tornaron sus amigos y con ellos aprendió de los abusos. ¡Adelante que el mañana es una ilusión! Vivió un par de años sin sentido, esclavo del nuevo mundo con el que se topó. Sabía de cumplir horarios y sabía de olvidar fines de semana. Supo disfrutar a su manera, muchísimo, pero siempre estuvo vacío, no había un rumbo que seguir, no tenía sentido levantar la mirada. Nunca supo la diferencia entre aceptar y resignarse. Pero un día se durmió y nunca más se despertó.
En su lugar nació un pesado de 21 años. Él vino al mundo con el pan debajo del brazo, aunque en un cuerpo desgastado. Este tipo entendió que algunas cosas simplemente había que aceptarlas. Este tipo aprendió a confiar en alguien, aprendió a mirar adelante, aprendió a vivir en absoluta paz consigo mismo, con el mundo que lo rodeaba, con las cosas que pasaban. Este tipo realmente fue feliz. Se reencontró con el sentido de las cosas, lo abrazó y lo siguió. Rompió las ataduras que lo atormentaban y enfrentó lo que se le puso delante.
Hoy este último tipo no sabe si vivió demasiado. Se siente agonizar, se siente perdido y no entiende por qué. Teme que esa buena vida se le termine, teme que sus días estén contados. Teme que el próxximo en nacer no sea igual de bueno, o mejor. Pero está cansado... no quiere desaparecer, pero no sabe qué hacer. Está buscando un camino, que sabe bien que va a encontrar, pero debe dejar de temer. Si acá se termina esa vida, que así sea. Debe armar el molde para que el próximo en nacer sepa hacer las cosas mejor. Si no son estos los últimos días debe entender que el limbo no es un lugar de descanso agradable, y que nadie lo obliga a quedarse ahí. Se que sigue vivo, se que disfrutó como nadie, se que aprendió cosas de él que ningún otro había conseguido, se que se quiere, se que quiere, se que sabe confiar. Pero hoy no tiene paz, y la necesita, y no sabe dónde buscar. Veremos que sale, deséenle suerte y si alguien puede ayúdelo, todavía tiene mucho por ofrecer. Sino, al menos, esperemos que el próximo sea mejor. Sigan felices!

sábado, 20 de junio de 2009

Mi vida con ellos

Con un chupetín bolita en la boca.

- ¿Qué estás haciendo papá? ¡Esos lentes son del ciego! Buscá un poco más en el fondo, allá adentro, todo el mundo sabe que está ahí.
- ¿Quién sabe? ¿Vos? ¿Ellos? ¡Ustedes no saben nada! Dejame buscar a mí.
- Claro, porque eso siempre te salió bien, ¿no?
- No, ¿y qué? Como si con su ayuda lo hubiera hecho mejor. Siempre tirándome abajo, siempre mandándome a buscar al fondo. -Dale, andá, podés ser libre en tu cabeza, no necesitás nada más.- ¿Qué carajo saben ustedes qué necesito yo?
-Te conocemos negro, a nosotros no nos podés mentir, ¿te podés mentir a vos mismo? Pensalo un minuto. ¿Dónde estarías sin nosotros?
- ¿Un minuto? Sabés hace cuánto que lo estoy pensando. ¿Qué te hace creer que no estaría mejor sin ustedes? Si nunca me dejaron probar, nunca me dejaron elegir. Siempre estuvieron ahí señalándome para dónde tenía que ir. ¡Ya estoy cansado de escucharlos! Necesito hacerlo a mi manera.
- ¡Muchachos!¡Necesita hacerlo a su manera! A ver genio, ¿cuál es esa manera?¿Cómo pensás hacerlo? Ni siquiera sabés lo que necesitás.
- No se cuál es esa manera, no se cómo hacerlo, pero sí se lo que necesito imbécil, necesito pensar fuera de esta caja, por mi cuenta, sin su ayuda. Necesito creatividad, necesito ingenio y necesito un montón de cosas más, ¿y sabés qué? No voy a conseguir nunca nada si sigo así, ustedes son la muerte disfrazada. Se dicen amigos, pero son una mierda, viven encerrados ahí dándome órdenes. ¿De qué libertad me hablan? La libertad de las marionetas... ¡soy tan libre como mis articulaciones me lo permitan para hacer lo que mis titiriteros me indiquen con sus hilos! Una maravilla.
- Andá y tratá, ya vas a volver, ¡todos vuelven! jajaja.
- Ya van a dormir.

Con un palillo en la boca, lo que estaba esperando. Tal vez no tenga mucha idea, pero se aprende, todo se aprende. Por ahora voy a tratar de aprender esto, que es lo único que tengo a mano. Sigan felices!

PD: Ya es 20, pero que quede registro del 19 de Junio de 2009. Algún día te vas a acordar y va a ser re loco. Felicitaciones!

jueves, 18 de junio de 2009

Uno menos... y otra parte menos

Un año menos, pero ya se van amortiguando. No suele ser la fecha más alegre del año, pero bueno, es inevitable... al menos los sigo cumpliendo. Este día lo empecé siguiendo una noticia triste; no particularmente triste para mí, sino para la sociedad en general. Fue un tipo muy odiado y muy querido, para algunos un imbécil mediático, para mí un hombre realmente brillante y un verdadero artista, pero principalmente, una persona que supo vivir. Es una lástima, tipos brillantes cada vez quedan menos (en este momento no se me ocurre ninguno).
Durante la tarde me perdí en un túnel hermoso. Fue un rato de búsqueda en el pasado y descubrimiento más que interesante. No conseguí lo que quería (para variar), pero eso no es problema, esas trabas me permiten pensar en soluciones más geniales. Así que, después de todo, buscar valió la pena.
Un año más que se me va. ¿Qué cambió? Por suerte cambiaron muchas cosas, y casi todas ellas para bien. Por mala suerte otras no cambiaron, pero no creo que el balance haya sido negativo en ninguna de ellas. Algunas cosas simplemente están mal de una manera distinta a como estaban de mal antes, pero no creo que haya sido para peor. Otras cosas están más allá del bien y del mal, así que no pueden (ni deben) clasificarse bajo ese criterio, de modo que solamente puede decirse que, tal vez, cambiaron. En resumen, ponderando, el balance es recontra positivo (creo que se entiende).
Así que supongo que feliz cumpleaños. Sigan felices!

viernes, 12 de junio de 2009

Recuerdos de Neverland

Todos los niños del mundo crecen, menos uno: el tigrecito. Dirán ustedes, no es un niño... bueno, pues no, ciertamente no lo es, ya no lo es. El tigrecito cierto día de cierta estación, por esas cosas del tráfico ilegal de animales exóticos, se vio embarcado en un viaje a un nuevo mundo; en principio a ese mundo podríamos llamarle Neverland, pero en él no había lugar para Michael Jackson (no torturemos al tigrecito de más, por favor).
Érase entonces aquella tarde en que nuestro héroe amanecióse en puerto nuevo, cuando conoció a LA dichosa batata. Por aquellos días la batata estaba bien viva, era una joven y fuerte tubércula, envidia de papas y rabanitos - los cuales, por cierto, son unos zapallos -. La amistad entre ambos se desarrolló de inmediato; la verdad que pegaron onda. Los tiempos que corrían eran duros, y como toda relación entre Felidae Pantherinae Panthera y Convolvulaceae Ipomoeeae Ipomoea, la suya no iba a estar exenta de tentaciones poco resistibles. Fue entonces que, una noche de luna llena, conocieron a Peter Pan.
Peter Pan era por entonces conocido como un amante de los niños (no como Michael Jackson). De hecho, se vestía como uno, se comportaba como uno y a más de uno se lo emp... no!, no como Michael Jackson. Bueno, la cuestión es que el flaco este estaba siempre acompañado de un hada (para más información acerca de las hadas siga el siguiente enlace). Si el hada existía o no, no se, pudo haber sido que Peter se la pasara volado, o pudo haber sido que el hada se la pasara volada, pero la cosa es que se llamaba Campanita (o Tinker Bell, según la hora). ¿Qué hacían Peter y Campanita cuando estaban solos? No lo se, no es asunto nuestro. En fin, Peter les enseñaba a los chicos a volar con su amigo "Paco" y su amiga "Coca" y su amigo "Faso". Así fue como tigrecito y LA batata conocieron el maravilloso mundo conocido como Neverland (vaya uno a saber).
Los días siguieron pasando y, ya bien asentados en Neverland, tigrecito y LA batata comenzaron a tener algunos problemas con nuevos y oscuros personajes. Los duendes lasagneros habían llegado al barrio. La cosa se puso re negra, los verdes estos eran unos limados peores que Paula y Eli, la zarpaban re mal: aniquilaban la lasagna de la señora, le afanaban la jubilación a las viejitas, vendían brownies locos en la puerta de las escuelas... en pocas palabras, le estaban escupiendo el asado (a veces literalmente) a Peter Pan, que solía tener la vaca atada (pero no vamos a entrar en detalles acerca de esta vaca, solamente diremos que se llamaba Aberdeen Angus y usaba pollera a cuadros, sin nada abajo).
Peter, que después de tantos años (nadie sabe cuántos) no era ningún boludo, no podía dejar que eso pasara. El tema, negro, a ver si me entendés, es que los duendes eran una banda, y posta que la limaban mal... antes de ellos había códigos en el barrio: nunca dos meses seguidos a la misma viejita, nunca vender en las escuelas los domingos y la música durante la semana bajita, que papá y mamá laburan para que los nenes puedan ir al colegio (política de mercado inteligente). Bueno, eso, los duendes la limaban, pero Peter tenía un as bajo la manga (tampoco vamos a entrar en detalles respecto a la paliza que se comió aquella vez cuando lo agarraron carteándose). Peter tenía a sus amigos en Neverland que, muy apegados a él (iban a pegar día por medio), ya le estaban debiendo una buena moneda. Cuestión... descontrol!!! tigre y batata fueron a buscar a la tortuga que días atrás habían conocido en el puerto y los tres a lo Superman se mandaron a encarar a los duendes, y tiros, lío y ¡cocha golda, lompo todo!, alto bardo, pedazos de enanos desparramados por ahí, una masacre... y los duendes se fueron. Sin embargo, no fue un final tan feliz. A la tortuga se le rompió el caparazón y, al día siguiente de la carnicería (y verdulería), sin hacer mucho ritual y tras tantos buenos momentos juntos, el tigrecito enterró LA batata... tras tantos buenos momentos juntos. Fue el principio de una época realmente oscura para nuestro preciado amigo.
En los días posteriores a este nefasto acontecimiento el tigrecito incursionó en las drogas duras... no, perdón, el tigrecito se embarcó en un inusual crucero por los rincones más recónditos de Neverland, mientras que Peter recuperaba su... forma de vida. En su viaje por Neverland, nuestro tigre amigo tuvo muchísimas revelaciones. Entre ellas (es decir, en un rato de sobriedad), notó que ni puta idea tenía de cuánto tiempo llevaba en esas tierras pero que nunca había crecido; fue un re flash, pero como todo flash, no duró y el tipo volvió a colgar. Decía de las revelaciones; el tigre tuvo una bocha, pero en algún punto se le terminaron. Casualmente fue en ese momento que empezaron los temblores y un montón de síntomas desagradables de los que no vamos a hablar hoy. Toda esta situación llevó a nuestro héroe a decir basta, y se propuso esperar... a Godot.
Pareciole adecuado al personaje de carácter elevado de nuestra epopeya llevar a cabo este menester en aquel fondo de aguantadero donde tiempo atrás fuera enterrada por sus propias garras LA magnánima batata, y en tal empresa estaba cuando por la noche de cuarto creciente percibió un aroma particular en el aire, un aroma particularmente particular, que casi lo hace vomitar; ¡era LA batata! LA batata zombie habíase levantado de su postrero lecho. No puede este soberbio narrador describir con palabras la mezcla de alegría y repugnancia que sentía nuestro idolatrado. Batata y tigre nuevamente reunidos decidieron esperar juntos a Godot y... por supuesto, se aburrieron.
Para fortuna de ellos, pasaban por la puerta del aguantadero en aquel momento la tortuga ya recuperada junto con Tinker Bell (era de noche) y al sentir el repugnante perfume decidieron entrar (en ningún momento se les había cruzado por la cabeza usar el sacro lugar de eterno descanso de nuestra amiga LA batata con fines recreativos). ¡Gracias al cielo! exclamaron los compañeros, ¡traen una cuerda! (no hace falta aclarar que la cuerda en manos de los paseantes era solamente para hacer ejercicio).
Luego de ponerse al día, todos sorprendidos y felices decidieron que era el momento adecuado para probar la cuerda, en orden de peso decreciente... bueno, lo del orden fue un poco más complicado de acordar, pero pongámosle que se decidieron a eso. ¡Pero qué mierda! ninguno llegaba a las ramas del árbol para atar la cuerda, salvo Tinker Bell que se ortivó. Por supuesto esto no fue problema para nuestros siempre ingeniosos hidalgos, que resolvieron llamar a Peter Pan para que los ayudara a volar.
Llegado Peter al lugar de los hechos, tuvo una idea aún más genial (por supuesto, era un tipo brillante, como otro que yo conozco). Bueno, la idea no fue inmediata, pero luego de hacer lo que sabía hacer, tuvo la genial idea: ¡construir una escalera al cielo! (los detalles de cómo eso ayudaría a colgar la cuerda en el árbol nunca fueron registrados correctamente en los anales de la historia). Luego de varios intentos fallidos de construir esta escalera con otras batatas de menor importancia, resolvieron llamar a Led Zeppelin y organizar una fiesta privada, ocasión que serviría también para mejorar las relaciones comerciales con los duendes lasagneros, que en ese tiempo habían sentado cabeza en un barrio cercano. Los muchachos de Led Zeppelin accedieron encantados a prestar su ayuda con la única condición que LA batata se pusiera Kenzo, condición que todos aceptaron con efusiva alegría. Fue así como Peter Pan, luego de ver el video de 3 minutos y 17 segundos de duración del Cocinero Fiel (clic aquí), preparó unos exquisitos brownies, dignos de él (sin usar mezcla Exquisita).
La fiesta contó con todos los invitados de lujo (a saber: tortuga, tigre, LA batata, sapitos sincronizados, Aberdeen Angus, duendes lasagneros, Tinker Bell/Campanita, Peter Pan, Led Zeppelin, Eliana con su pato, Paula, etc.), salvo Godot, a quien aún hoy siguen esperando. Michael Jackson no fue invitado. Cuenta la historia hablada que durante la fiesta Jimmy Page preparó una inolvidable paella valenciana (usted también puede hacerlo siguiendo esta sencilla receta) mientras Eliana anunciaba su futura paternidad, feliz noticia que alegró a todos, en especial a Peter Pan, que sintió el crecimiento de su mercado... digo, el crecimiento marcado de la alegría en aquel evento que con tanto esfuerzo organizó. Y así es como la escalera al cielo fue construída y, tal vez, la cuerda fue puesta a prueba en aquel fondo de aguantadero en Neverland.

FIN

domingo, 7 de junio de 2009

Para que quede registro...

El 101 como un nuevo comienzo. Hoy escribo solamente porque me parece apropiado, pero no tengo ninguna necesidad de hacerlo; estoy en paz. No estoy completamente feliz porque no hay motivo para estarlo, sin embargo sí estoy contento por la forma en que se sucedieron las cosas. Tal vez haya sido error mío no predecirlo, pero creo que sería sobrestimarme. La verdad es que, por suerte, algunas personas no dejan de sorprenderme y, más suerte, no dejan de sorprenderme para bien. Lamento solamente que el motivo principal, causante de esto, no sea el mejor, aunque realmente no sepa cómo catalogarlo en virtud de bondades.

Creo que esto se va a poner un poco egoísta, pero estoy hablando de mí. En estos días escuché algunas cosas que me alegraron mucho; creo que el motivo más claro para escribir esto es para que, de alguna manera, quede un registro. No lo voy a olvidar, pero es bueno poder leerlo de nuevo alguna vez. Hacía mucho que no sentía tanta paz, pero hoy, ahora, me siento acá a escribir, con una cerveza al lado, y sin ninguna fuerza obligándome. Hoy escribo con libertad, y hoy escribo sin secretos. No pude explicar ese otoño como me hubiera gustado, pero es porque no se me da tan fácil hablar después de tantos años. Pero dije lo importante, los detalles quedan guardados como orgullo de hombre solamente. Igualmente creo que algún día de estos podría decir un poco más, o al menos más ordenado, como para que todo tenga más sentido. En fin, lamento una sola cosa, pero creo que lo ganado es mucho más. Sigan felices!