martes, 31 de diciembre de 2013

2013 morite de una vez. ¡Feliz 2014!

Siento que con el 2013 envejecí 10 años y perdí otros 10. Empezó mal, siguió peor y después fue simplemente intrascendente. Me arrepentí de muchas cosas, principalmente cosas que no hice, como todo buen viejo; aunque decir eso es una verdad a medias porque después de todo las cosas hechas y no hechas tienen consecuencias que a su vez tienen consecuencias que a su vez tienen consecuencias... alguna buena debe haber, por esa le debemos las gracias.
En 2013 ordené algunos valores, o eso creo. Me empecé a dar cuenta de qué cosas quiero y qué cosas no quiero en mi vida. De algunas nada más, por supuesto. Voy a evitar seguir y seguir, porque la verdad que fue un año que brilló más por su ausencia que otra cosa. Fue un año con muchos años perdidos, que por suerte ya se va. Así que a reiniciar el ciclo. ¡Feliz año nuevo para todos!

PD: Papá Noel ortiva, el año que viene voy a ser un sorete, me debés un unicornio.

lunes, 15 de abril de 2013

Comprando el sueño

Estaba intentando dormir para mañana no estar tan idiota cuando toque madrugar para seguir haciendo estos trámites que nunca termino de entender su razón de ser. Intentaba dormir y no podía, y empezaba a pensar... tuve mucho tiempo para pensar los meses pasados, especialmente en ese febrero horrible.

Pensaba en las vueltas que tengo que dar por un trabajo que paga miseria, solamente para dejar las cosas medianamente en orden y poder retomarlo. Hubo una vez que tuve un buen trabajo: pagaba bien, era entretenido, tenía futuro. Pero bueno, en algún punto opté por estudiar, y en algún momento me decidí por hacer algo que consumiera poco tiempo y me agradara. Naturalmente, algo así apenas si da para comer, con suerte. Un bar en un pueblito en las montañas, ¿tan difícil es?

Dije que opté por estudiar. Y es cierto, estudié bastante, alguna vez. Mi dedicación fue decayendo gradualmente, pero hubo un tiempo en el que estudiaba. Estudié química muchísimo, le dediqué muchísimas horas de mi vida. Estudié física, algo, no demasiado realmente, y no llegué a aprender mucho, al menos de momento. No se si alguna vez lo hice con pasión, por así decirlo. Quizás en aquellos viejos tiempos, inorgánica II y sus colores. Tampoco se si volveré, o si terminaré alguna vez.

Pasión dije. Esa palabra no se si llego a entenderla bien. Me recuerda a mujeres. Seguramente a casi todo el mundo les recuerde a sexo, y a mí el sexo me recuerda a mujeres. Se que no es el caso de todos, pero si de casos hablamos, eso no viene al caso. Puedo recordar muchas mujeres; si nos vamos muchos años atrás me acuerdo de Carina, la calentura de la adolescencia. Me acuerdo de Cecilia y las ventajas de los años. Me acuerdo de unas pocas más sin importancia por esos años, y de muchas otras no me acuerdo tanto, que importarían menos supongo yo. Me acuerdo de algunas más presentes. De Indira y la parada del 33, y las fiestas, y las drogas y el alcohol. Me acuerdo de ella y me sabe a oportunidad desperdiciada, es una buena chica, sin dudas mejor que yo. Eliana, mi gran amiga (bueno, dentro de lo que es posible), y la mujer que más tiempo lleva metida en mi vida, con más o menos cierta constancia. Mientras pensaba me acordaba también de Stella, sin dudas si alguna vez me enamoré de alguien en mi vida fue de ella... la quise, después la odié, y la perdoné... y me di cuenta que no tenía nada para perdonarle, y creo que le pedí perdón la última vez que le hablé. O debería haberlo hecho al menos. Creo que nos parecíamos demasiado, o estábamos igual de dañados, por uno u otro motivo. Recuerdo un par más, pero lo mismo dan.

Mencioné una amiga. Si me voy muy atrás puedo acordarme de Belén, como mi primera amiga. Puedo acordarme de Fernando, y el Stroker de San Rafael. Puedo acordarme... bueno, no, no realmente, se que hubo baileys y brasileños, y gritos por Puerto Madryn. David, mi amigo con alma de zurdito militante e intelectual, a medio vestir de ingeniero, sin duda una oveja negra en ese ámbito. Eliana por supuesto, que ya la mencioné, y los años que me cuelgo de llamarla. Eva, que siempre estuvo ahí para ayudarme, siempre igual de divina. Paulita, pendeja loca. Juan, que nunca se muy bien en que puto rincón del globo anda haciéndose el bonito. Darío, un puto genio sin dudas. Y la más fresquita de todas, Tefi, esa rubia que tanto adoro, tan rayada como yo, y tan distinta a mí.

Los últimos años definitivamente me aislé del mundo. A veces pienso que desperdicio la vida, pero al leer esto veo que ya viví más de lo que muchos vivieron. Seguro que a la gran mayoría no les parezca así, que al mirarme vean a un pobre infeliz que está tirando su vida a la basura. Pero lo cierto es que logré ser feliz. Logré estar en paz conmigo mismo y logré pasar mis peores cinco semanas sin que se me acelerara el pulso una sola vez. La tranquilidad que importa, la verdadera tranquilidad, viene de estar en paz con uno mismo. La felicidad viene de estar en paz con uno mismo. La paz con uno mismo, bueno, eso ya no puedo decir de donde viene, supongo que dependerá de cada quien. Pero es un buen comienzo ver qué hiciste con tu vida y qué hiciste con la vida de los demás. Que aunque no seas dueño de la vida de nadie, en cada acción que realizás estás afectando a alguien de alguna manera. Sin embargo esta paz no te permite dormir, a veces toca levantarse y volcar todo en un puto blog muerto. ¡Felices 6 años! ¡Y sigan felices!