domingo, 27 de julio de 2008

Guerrero solar amarillo!!!

De la raza amarillo madurador. Fin de semana algo extraño... o no tanto. Al menos salí, antes que empiece, pero igual cuenta. Fue el día fuera del tiempo, así que realmente no importa cuándo fue. Muchos hippies, mucho faso (no tanto para mí), algo de cerveza, cuatro chicas y una clown que no puede agruparse con ellas, simplemente divina. Mucho cansancio también, el día había empezado antes de empezar, todos sabemos cómo es eso. Y hubo otro día, parecía tranquilo, solitario, extraño. Finalmente no fue solitario, pero estuvo tranquilo, bastante. Empiezo a extrañar. Es extraño.
Estoy de semi-vacaciones, y la verdad es que no me gusta. Quiero decir, está bien tener tiempo libre, pero si no es tiempo completo libre, no alcanza para hacer demasiadas cosas, de modo que queda realmente libre... no hago nada! Preferiría estar en la facultad, al menos veo gente.
Está en mi naturaleza de guerrero solar amarillo, de la raza amarillo madurador, con el poder de la inteligencia, bajo la luna cristal del conejo, ser sociable. Para mí que la luna estaba fumada ese día, le erró un poco a la parte de la ¿sociabilidad? El día fuera del tiempo afecta a la gente, aunque la mayoría de los que lo festejan ya están jugadísimos, así que no es tan terrible. Y yo... acá estoy, pasando el rato escribiendo algo, dejando un poco de lado la violencia, especialmente esta semana que estuve tan agresivo. Y más vale saber decir adiós. Sigan felices!

viernes, 18 de julio de 2008

Ponele que...

Y vuelvo a ser una puta... luego de un mes huyendo con cualquier pretexto de laburar los fines de semana, vuelvo a caer. Mañana me toca. Me ganaron de mano, pero está bien, es como una forma de cargar crédito para no volver por los próximos. Punto aparte, aunque no lo ponga, estoy de vacaciones de la facultad; no es que me haya matado demasiado, aunque sí me jodió bastante el laboratorio insoportable con sus informes mala onda, pero bueno, una menos. Pero no es la idea hablar de esto... en realidad, no hay idea, pero ya va a venir a mí, hoy me siento inspirado, aunque no tenga inspiración.
Bueno, no me queda otra. Hablemos de lo que fue este cuatrimestre. Al principio se sentía raro volver a exactas, volver a ese laboratorio, volver a ver a la gente, volver a preguntarse si dos veces es casualidad o mala leche... ah! hablando de esto (comentario nerd), para el que los quiera ver están los exámenes de Budapest en la página oficial y mañana es la ceremonia de cierre, ya veremos cómo le fue a Gabriel, que hace mucho que no lo veo vale decir. En qué estaba...
El tiempo pasó, o fue pasando, y a medida que el cuatrimestre avanzaba me fui olvidando (un poco) de esas cosas y empecé a ver la nueva realidad que estaba viviendo... ya no se sentía tan raro, el presente iba desplazando al pasado y esas cosas de todos los días. Conocí gente, no mucha como es mi costumbre, refresqué un poco mi mente oxidada (y medio quemada) y no la pasé tan mal. Es más, hasta conocí un par de personas que resultaron valer la pena, eso fue nuevo. Por si lee esto alguien que no me conoce demasiado eso que acabo de decir es como el re halago de mi parte, no soy muy sociable y mucho menos afectuoso. Bueno, cuestión que el cuatrimestre terminó, Javier ganó un par de apuestas y yo aprobé inorgánica I, lo cual desde mi punto de vista es algo bueno. Y pedí turno para hacerme esa cosa de exámenes médicos que pide la UBA, una cosa menos en la lista (tachado internet, microondas y examen de salud).
La verdad es que queda más lindo cuando escribo algo bien que cuando me pongo a contarle a la pared qué es de mi vida, pero lo de siempre, no sé qué escribir, si viviera de eso estaría realmente jodido. Ahora mi vida se debate entre para cuando pido la semana de vacaciones que me queda y en qué materia me voy a anotar el próximo cuatrimestre. Sí, aburrido, si tienen una mejor idea escucho sugerencias, si su idea es estúpida se los haré saber con toda la mala onda que me caracteriza. Y hablando de mala onda, tienen que ver Jeux d'enfants (película a la cual pertenece la escena que hay en el post anterior)... eso es mala onda, ese tipo es la peor mierda, habría que hacer algo así alguna vez, muy buena película (excepto por el último minuto).
Bueno, creo que descargué toda la basura que se me estaba cruzando por la cabeza, así que a modo de actualización, puede decirse que cumplí. Sigan felices!

lunes, 14 de julio de 2008

La vie en rose

Esto estuvo en mi cabeza alegrándome todo el día...



C'est la vie!

domingo, 13 de julio de 2008

Desencanto

Y entonces llegó la noche... suele pasar. La noche del fin de semana podría decirse. Otro que se va, bastante desperdiciado. Después de estar un rato sin hacer absolutamente nada, empiezo a pensar; siempre es igual, ya lo se, trato de evitarlo, pero a veces no funciona, a veces no hay nada para hacer, a veces solamente hay cosas que no tengo ganas de hacer. Muchs veces hay cosas que no tengo ganas de hacer, la mayoría de las veces, y cada vez son más. No está bien, ya lo se. No es lo que quiero, ya lo se. ¿Qué es lo que quiero? Ya lo se, creo. Pero el problema pasó a ser que no es fácil, que las trabas son muchas, que en el camino aparecen otras cosas, que esas cosas se ven más fáciles, más atractivas... el problema es que no tienen futuro. Y habrá más cosas, más adelante, que se vean atractivas, supongo, y si no quiero que siga pasando lo mismo, no me puedo desviar. Cada vez es más difícil.
No quiero escribir, debería dejar esto, no tiene sentido, no sirve, no hace bien. Pero, ¿qué hace bien? No lo se. Tal vez unas vacaciones harían bien, pero... no se. Sí, esa bolsa se ve atractiva, y Amsterdam ni te digo! Pero esto es Buenos Aires, esta es mi vida y este soy yo. Creo que sí. Este soy yo y mañana trabajo, y no quiero hacerlo más, no es lo mío. Pero esto es Buenos Aires, y asusta. No es lo único que asusta, es verdad, muchas cosas asustan, cada vez más, cada vez lo veo más, cada vez lo siento más, cada vez me acerco más al piso... ya no vuelo. No tengo más alas y la incertidumbre asusta, no se si vuelven a crecer... acá abajo no es como allá, y desde allá no se ve igual.
Veo algunas fotos y pasan los años. Con los años ya no se ven tan reales. Y veo imágenes ficticias, y vuelvo a la realidad, pero ya no se ve igual, parece un unicornio... y asusta esta ignorancia. La ignorancia es buena cuando no sos conciente de ella; cuando sí lo sos, ahí es un problema. Es inútil, no tiene sentido.

miércoles, 9 de julio de 2008

Relato de una noche de redención

La cocina: ese mágico lugar donde las cosas más simples se convierten en las más elaboradas obras de arte. En mi caso, la cocina, como bien saben ávidos lectores, se halla unida al comedor, el cual a su vez es casi uno con el living. Una armoniosa unión de la que florecen las artesanías más formidables. Por ejemplo hoy, hace unos momentos solamente, salió del horno un brownie todo amoroso con forma de corazón... un corazón roto tal vez, pero corazón al fin, el cual para colapsar primero tuvo que crecer, desarrollarse hasta formar un sólido bloque de amor. Amor que no resistió.
Testigo del triste destino del corazón, el comedor miraba a un lado, en silencio, probablemente se sentía de sobra. Esa es una fea sensación y yo no podía quedarme estático frente a tal injusticia. Y no lo hice. Unas horas luego de la tragedia se me ocurrió la magnífica idea de armar mi narguile dentro del espacio de ese pobre comedor. Y así lo hice, sabiendo perfectamente que tenía tiempo de sobra. Para esta empresa opté por el eterno tabaco egipcio con naranja y el agregado, cual pimentón a la salsa, de una hoja rigurosamente picada de la mística Salvia Divinorum, la cual es una hierba originaria de la región mazateca de oaxaca, México. Creo que fueron suficientes honores para el comedor, pero por si así no lo fuera, tras fumar bajo una tenue luz y un silencio casi absoluto esta delicia cuidadosamente preparada, procedí a abrazar con intenso cariño el suelo del comedor en cuestión, llevado a esto tanto por el amor que intentaba demostrarle a dicho ambiente como por el peso excesivo de mi cuerpo, particularmente de mi cabeza, la cual una vez echada atrás no quiso retornar a su posición, lo que me llevó a considerar el inmenso dolor que esto podía significar posteriormente para mi cuello.
Ya concluido el ritual de revitalización del comedor, y una vez recuperado el control ordinario de mi cuerpo, aprecié la gran diferencia que había entre el living y el comedor. Parecía que el primero estaba únicamente para crear un ambiente íntimo en el segundo, lo cual, naturalmente, me pareció injusto; ¿qué derecho tiene el comedor a tratar así al living? La respuesta vino a mi mente como si fuera lo único que pudiera ver bajo la suave luz: ninguno. Pero yo había estado consolando al comedor un momento atrás, por lo cual era cómplice de la violación que se estaba cometiendo a los derechos del living. No necesité más razón, dado que cualquiera con algo de decencia podría ver que la antedicha era más que suficiente para decidirse a reparar este atropello. Y así lo hice. Humildemente brindé mi compañía a este espacio, a la vez que me honraba en su presencia. Él, cálidamente, me invitó a descansar junto a su estufa, llamado que yo, que cualquier cosa hubiera hecho para resarcir la ofensa, acepté impetuosamente. Y así, juntos unos minutos, la alegría retornó a sus paredes.
Espero que las palabras que acabo de escribir sirvan como experiencia ajena para todos ustedes, mis fieles, y nunca causen a sus gloriosos ambientes ofensas tales. En este momento, en mi casa, los tres ambientes conjugados se encuentran en total armonía unos con otros, de modo que la casa está en orden. Sigan felices y sin lastimar sentimientos, que yo en eso ando.