viernes, 28 de enero de 2011

Any colour you like

Es imposible describir el verde que me rodea. Si quiero explicarte lo que veo a mi alrededor me encuentro inevitablemente inmerso en un problema angustiante: no puedo con palabras, ni gestos, ni datos explicarte qué es lo que veo. Puedo decirte es verde, puedo hablarte de emociones: es feliz, vivo, esperanza (dicen por ahí); puedo hablarte con números y decirte "esa de más o menos 520 nm"; puedo irme a la naturaleza: verde como el bosque, las hojas de los árboles, el pasto;hasta podría hablarte de cómo tu cerebro lo percibe. En fin, puedo decirte un montón de cosas, o simplemete puedo decirte "es verde", pero de ninguna manera voy a poder nunca explicarte lo que veo cuando veo el verde. De ninguna manera puedo, podemos, estar seguros que al ver ese verde estamos viendo lo mismo.

Por mucho que me angustie no puedo resolver mi problema, ¿entonces qué hago? Creo que entonces me queda elegir. Podría huir, escaparme, no hablar jamás del verde, irme al medio del desierto, escapar a un mundo donde no haya verde; puedo irme a donde sea, que si no es el verde será el rojo, el azul, el amarillo, el lavanda... siempre habrá un color, ya sea negro o blanco al fin, que no voy a poder ni pensar en describirlo. ¡Pero claro! Tal vez el desierto no sea tan mala idea, y si no me gusta puedo elegir la montaña. Puedo irme a un lugar alejado, allá donde no estés, donde no haya nadie a quien deba explicarle qué color estoy viendo. Pero es cierto que nunca tuve la obligación de explicarlo, tan cierto como que en mi memoria, grabado en mis recuerdos va a quedar ese momento en que quise explicarte el verde; no importa a donde huya, no importa cuanto huya, no voy a poder escaparme del pasado que siempre va a estar ahí para recordarme cada día que marcó algo en mi vida, cada problema angustiante que no supe enfrentar. Siempre habrá un pasado en nuestras vidas, y por más que huir parezca tan buena opción, y que de huir se bastante, no cambia el hecho que yo se bien que no puedo explicarte el verde, y aún si puedo vivir con eso mientras no tenga que enfrentarlo, me obligaría a vivir sin poder volver a verte sin pensar en cómo escapé cuando tuve que explicarte el verde, o sin poder volver a verte sin que me mires y pienses: "cómo escapaste cuando tuviste que explicarme el verde". Creo que mejor no elijo huir.

Y ya no se qué hacer. No encuentro solución y escaparme no me va a ayudar. Bueno, pero puede ser que haya una idea mejor. Podría decirte "es verde". ¿Qué? "Es verde, verde, verde, verde, ¡es verde!" Podría decirte "es verde" y simplemente esperar que lo entiendas, y si no lo entendés entonces podría buscar a alguien más que lo haga para ver que aunque ahora mismo no me entiendas puedo contar con alguien más que lo hace, puedo ver que no estoy tan loco ni errado. Y si no encuentro a nadie que lo entienda, entonces puedo buscar a alguien que sea capaz de entender mi angustia, aunque no entienda mi verde ni mi necesidad, aunque no entienda nada, puedo ver que no todo es el verde, que hay alguien ahí que puede mostrarme algo de rojo nada más para hacerme olvidar un rato. Decía John: "life is what happens to you while you're busy making other plans". Todos tenemos un pasado que alguna vez fue presente: un presente feliz, triste, angustiante, intimidante...

Elijo hacer lo que pueda, comerme el garrón, pelearla un poco y mirar también el resto de mi mundo. Hay un pasado que nos moldeó para ser lo que somos, pero que ya no importa para mucho más. Hay un presente que nos aprieta a cada segundo, pero que no podemos dejar que nos ahogue; es un segundo, ya al siguiente será parte del pasado. Vale vivirlo, que después de todo es el único que vivimos, pero no vale enloquecernos por él, que también hay un futuro que puede estar lleno de maravillas o de horrores, no sabemos, pero buena parte de lo que traiga lo elegimos nosotros con nuestra manera de enfrentar el presente. Estoy convencido que las cosas pasan por algún motivo, es lo que yo llamo destino, pero también que podemos elegir buena parte de nuestra vida y que un poco de eso se trata vivir. Entonces sí, elijo hacer lo que pueda, comerme el garrón, pelearla un poco y mirar todo lo demás mientras espero que tu mundo te enseñe lo que yo no pude, mientras espero que tu mundo te muestre mi verde y ahí, un día cualquiera, entiendas lo que quise decir. Elijo confiar un poco en el tiempo y mientras tanto, de paso para no ahogarme en la angustia, vivir. Nadie dijo que sea fácil vivir. Que seas feliz!

domingo, 16 de enero de 2011

Principios, de vez en cuando...

Hace varios días que quiero escribir algo. Me siento frente a esta pantalla cada noche, escribo unas líneas y cierro la ventana; nadie necesita leer eso, yo no necesito leer eso. Pero creo que hoy va a ser diferente.

Llevo un rato escuchando a Charly y sus diversas compañías, algo de Luis Alberto... esas cosas que a uno (o capaz que solamente a mí) le recuerdan sus principios. ¿Principios? Sí, esas cosas en las que creemos, que más o menos nos dicen quiénes somos. Creo que está bueno de vez en cuando recordarlos; el día a día, la vida sin pensar, el seguir la corriente, actuar (y no en el sentido de hacer), pelear, chillar, todas esas cosas a veces pueden desviarnos un poco de nuestro propio sentido. ¿Cuántas cosas hacen que no quieren hacer? ¿Cuántas cosas hacen sabiendo que está mal hacerlas? ¿Cuántas cosas hacen sin saber por qué? ¿Cuántas cosas hacen sabiendo que el por qué no los convence? ¿Cuántas cosas hacen en contra de sus principios? Bueno, no soy quien para meterme en lo que hacen, pero en mi caso a veces las hay, y en cantidad.

No es que Charly me haga un lavado de conciencia y me devuelva a mi senda, pero es como un recordatorio, un clic sensitivo, que me dice que es tiempo de parar un poco y mirar para adentro, y para atrás también, que hay cosas lindas por ver sin necesidad que hagan mal a nadie. Hoy en particular me llamó la atención una canción (que como soy re top la puse en el facebook para que todos la escucharan). No es que haya salido hoy de la nada, alguien me la hizo recordar hace unos días y hoy la escuché y una frase me llevó a pensar un poco: "si vendo mi alma, ¿quién la comprará?". Supongo que cada quien la interpretará cómo le guste. Sigan felices!