martes, 20 de julio de 2010

Amigos y enemigos en la piel y un poco más

Hace cosa de un año (once meses revisando las fechas) le pregunté a un par de personas con qué objeto me asociaban. Sus respuestas coincidieron en algunos aspectos, así que tomé esa imagen de mí y la uní con algunas otras ideas para armar una representación que pudiera recordarme algunos aspectos de mi vida y servirme de mapa para los demás (¿se acuerdan del teorema de punto fijo?; algunos no sabrán de qué hablo, pero fue algo que discutimos bastante en las dos materias que hice con Gabriel). En ese tiempo tenía bastantes cosas en la cabeza y necesitaba una suerte de guía. Hoy me acordé y estuve (estoy) pensando un poco en eso. Ese tiempo ya se murió y sobre él nació uno nuevo, que a pesar de varias cosas tiene un lado positivo muy lindo.
Hay un poco de ambiciones, un poco de nostalgia, algo de miedo, una forma de vivir y una forma de no vivir. Cada quien es dueño de su propio destino. Eso es en buena medida mentira y en buena medida verdad. Creo que lo que quiere decir esa frase es que somos libres de hacer lo que elijamos lejos de todas las puertas de las que nos patean. Sin embargo me recordaba que la única traba en mi vida soy yo mismo, y eso es la absoluta verdad.

¿Por qué ahora? Pasó un tiempo desde que tuve aquel rato reflexivo, pero después pareció quedarse en la nada. Sin embargo en los últimos dos meses y medio más o menos me encontré en una situación en la que necesité volver a mirar esa imagen. Como dije, nació un nuevo tiempo extraño y complicado, aunque muy lindo a su manera, y si bien siempre podemos culpar a alguien, tampoco podemos ignorar lo que llevamos en la piel.

Cambiando un poco de tema, resulta que hoy es 20 de Julio (¿se acuerdan esa mentira de 1969?), día del amigo. ¿Qué es la amistad? Especialmente hoy se escuchan un montón de ridiculeces vuelteras sobre eso, así que voy a tratar de evitar caer en ese montón. No se muy bien lo que es, pero sin embargo hoy saludé a un par de personas (cinco si mal no recuerdo, y no quiere decir que sean todos).

La primera es la que hoy por hoy está más presente en mi vida; no tenemos una amistad muy convencional (en realidad yo soy quien insiste en negar esa palabra por una cuestión de principios), pero en mi diccionario una persona a la que aprendí a querer bastante y con quien tengo una buena confianza, una parte de amiga tiene que tener, y es mucho más que simplemente alguien. La segunda es una persona a quien no veo mucho y con quien nunca tuve realmente mucha confianza, pero he pasado buenos ratos, así que podemos llamarla amiga que no es tan grave. La tercera es la persona con la que más historia de idas y vueltas debo tener, y quien me ha bancado más tiempo seguramente; alguien a quien quiero mucho y si bien tenemos nuestros períodos sé que sigue estando ahí. Y podría seguir con las otras dos personas, pero ya dejé claro el punto y extendí mucho el párrafo.

Supongo que amistad no hay una sola, sino que viene en distintas presentaciones: de algunas reniego, de algunas no me entero mucho, algunas las abrazo, en fin; quienes me conocen saben que prefiero dejar a las personas ser personas antes que nada, y quererlas de distintas maneras: como personas con todo lo que eso implica, como amigas y cuando lo son, a veces, como mujeres. Dependerá cuánto de cada una en cada caso, pero sin duda que todas tienen algo de amigas si hoy hablé de ellas, y otras muchas más también.

Así que bueno, tiempo raro, día raro... y me extendí tanto hablando que ya es 21 y se me pasó el día del amigo, pero bueno, no estoy saludando a nadie así que todavía vale. En resumen, espero que quienes correspondan capten su parte y yo seguiré manteniendo presente esas cosas que llevo en la piel. Sigan felices!

viernes, 16 de julio de 2010

Contrariedades y contradicciones

Medio año menos y otro momento de cambios. Cambio de cuatrimestre en la facultad, cambio en la forma de vida que resulta no ser gratis, ¿cambio en la forma de hacer las cosas? Bueno, no le pidamos tanto a la mitad del año.

Escuchando a Fito como en otros tiempos, pensando un rato, dándole unas puntas a alguien. Sí, alguna persona sabe lo que significa todo eso junto. Cuando escribo algo en algún momento tengo que elegir un título. A veces lo hago antes de escribir y a veces después, pero la mayoría de las veces es mientras escribo. Contrariedades pareció adecuado esta vez, y no es un accidente, pero me pareció también que la palabra se quedaba corta. Esta vez podría decir que va del curso natural de las cosas, para variar (¿?).

Hablaba hace un rato, como muchas otras veces, que algunas cosas simplemente son o no son (¿se acuerdan de What is and what should never be?). Es decir, que hay cosas que se dan naturalmente o no se dan, y por mucho que intentemos forzarlas, ese esfuerzo es inútil. ¿Por qué digo semejante cosa? ¿Entonces no vale la pena esforzarse por nada? A mí también se me vinieron a la mente esas preguntas.

Mis respuestas

Primero, digo semejante cosa porque creo que por muy complicada que pueda ser la mente humana, las personas actúan naturalmente en orden de su propia felicidad o satisfacción, que en el momento bien puede confundirse con felicidad. Ahora mismo, mientras escribo, me pregunto si esta respuesta que estoy dando es correcta. Primero podría decir que como respuesta a la pregunta claramente es correcta, pero eso es un problema de la pregunta. Si el argumento es correcto, ya eso es más discutible; la mente humana en realidad es muy complicada y, a veces, uno por confusión o por algún problema con sí mismo actúa orientado hacia otro fin, e incluso en contra de su propia felicidad, y eso anula el argumento. Supongo que no hay una regla general, pero la experiencia (propia o ajena) dicta que los intentos forzados por lograr algo en contra de lo que dicta el orden natural no terminan bien. No, no tengo un argumento concluyente.

Respecto a si vale o no la pena esforzarse. Los esfuerzos pueden estar dirigidos a muy diversos fines y no me atrevería a decir que no vale la pena esforzarse para nada. No vale la pena esforzarse a veces, en algunos casos. O al menos eso es lo que insinué dos párrafos arriba. A veces nuestros esfuerzos no logran más que complicar las cosas sin traer ningún beneficio, es decir, resultan completamente contraproducentes. Otras veces algún intermediario sencillamente los tira a la basura sin más reflexión. Pero bueno, el universo de esfuerzos no se divide exclusivamente entre estos dos casos, posiblemente muchas veces valga la pena, el problema es reconocer cuándo se está en qué caso. No se si eso es posible.

En fin, como otras tantas veces me voy con más dudas que certezas, o con más dudas que las dudas iniciales. Sigan felices!

sábado, 3 de julio de 2010

Dramatismo celestial

Demasiado dramatismo nos nubla la vista, así como anoche que estaba re lindo para andar entre los árboles, pero sin lo de lindo. Capaz que es algo que tiene esta época en la que uno anda medio nervioso por una u otra boludez, o capaz que es algo un poco más profundo.

Yo tengo tendencia a culparme siempre de todo, y hay gente que dice que exagero un poquito las cosas; con algunas lo admito, es medio a propósito, para divertirme un rato, pero puede ser que lo haga con otras sin darme cuenta. A veces pienso en eso, y no estaría bueno que fuera así, tras que mi cabeza no suele ser muy tranquila por naturaleza propia, si encima le agregamos delirios inflados... así que bueno, es un tema no tan menor, pero no me quiero desviar tanto. Decía que tiendo a culparme y exagerar, y lo mencionaba porque puede ser que en realidad la culpa no sea mía, sino de la época, del tiempo, de los demás... lo que trato de decir es que no hay que olvidar la paz bonita.

Bonita me parece una palabra muy tierna. Hay gente que no presta atención a esas cosas, pero yo sí. Siempre uso ese tipo de palabras con mujeres que me caen bien en alguna manera, y las elijo según mi estado de ánimo y lo histérico que ande ese día. Es una linda palabra para hablar de la paz, y me refiero a la paz interior de cada uno. Esa paz es bonita. A veces me gustaría explicarme más, pero creo que puede perturbar más que esclarecer y me quedo con las ganas. No ayuda a mi paz, pero supongo que el balance es positivo. Suena a termodinámica de la paz (perdón).

Bueno, visto que ya expuse la idea donde debía y considerando que perdí el hilo por completo después de un par de horas de ausencia, dejo esto acá. Sigan felices!