domingo, 19 de diciembre de 2010

Dando fin a otro año...

Este ha sido probablemente el año más rico de mi vida, e irónicamente uno de los más inertes y con menos logros que haya tenido. Resumirlo no es tarea fácil para nada, y resumirlo en realidad no tiene mucho sentido. En las próximas líneas voy a intentar contar un poco qué fue el 2010 mientras lo pienso desde un punto de vista humano y desde uno intelectual, a falta de una mejor palabra. Me niego a hablar de un aspecto académico o profesional por las feas connotaciones que tienen esas calificaciones; después de todo nunca tuvieron que ver con una superación personal.

Voy a empezar con el aspecto humano, hasta social, que es del que más me gusta hablar, o más bien me gustaría empezar por ese aspecto pero la verdad es que el otro está íntimamente ligado y entre los dos forman un aspecto espiritual que si trato de descomponer posiblemente pierda su esencia. Empecé el año de una manera bastante fea pero que en ese momento comprendí y acepté como natural. Estaba alejándome (o más bien siendo alejado) de una persona querida que nunca supo muy bien cómo lidiar con situaciones que iban en contra de su voluntad; no la culpo por eso, no hay ningún librito muy bueno que seguir y en definitiva fue algo que me sirvió para aprender algunas cosas. En ese momento decidí dar un giro a mi forma de llevar la vida (entre otras cosas dejé de fumar, aunque no haya durado más que un par de meses), lo que me llevó a tratar mal a otra persona que no se lo merecía, o al menos eso creo yo. Hace un par de días estaba hablando con esa persona y entre cosas me dijo que yo nunca me porté mal con ella y en resumen me definió como alguien muy directo, pero buena persona. No me lo trago porque se que me porté muy mal, pero es bueno saber que ella no piensa lo mismo.

Febrero como se viene haciendo costumbre trajo consigo una materia de verano, que fue bastante irrelevante cuando uno lo mira por arriba, pero que definió el curso de los meses siguientes y en definitiva fue esencial para indicarme por qué camino llevar el 2010 y como quedará más claro después (o no), los años venideros.

La parte que me hace decir que este fue un año rico son los meses que siguieron a esto. A partir de abril más específicamente las cosas empezaron a dar un giro (en ese momento muy afortunado, ya diré más adelante si siguió siendo tan afortunado); por esas cosas que tienen las relaciones sociales fui conociendo a varias personas, y quiero centrarme con más detalle en dos de ellas, sin ánimos de desmerecer a las demás, que en su mayoría fueron y son gente muy positiva para mí. La primera la conocí a través de un personaje que juega un papel de extra y no mucho más que eso; una rubia preciosa que se ganó mi cariño de una forma que me encantó y que nadie lo había hecho antes (excepto un poco por David), pero de ella voy a hablar más adelante que no llegué a apreciarla tanto sino hasta unos meses después. A través de esta rubia llegué a conocer a la siguiente de quien quiero hablar.

Tocó el turno de una morocha divina con los ojos más hermosos que haya visto alguna vez. Me enamoré completamente de esos ojos, o de lo que esos ojos encerraban, mas no así de ella, que si bien me encantó (y me encanta, creo que por ahí hay escondida una muy linda persona), nunca pude llegar a conocerla realmente de una manera que pudiera ver quién es, así que es más bien mi lado curioso el que la mira tratando de descifrarla. Sin embargo no por eso fue menos importante. Lo que sí pude llegar a conocer fue una parte que me mostró y algo más que arañé por ahí, y me encontré con alguien con quien realmente podía hablar todavía no se muy bien de qué, y eso es lo maravilloso, ¿no? No digo que nunca hayamos hablado de nada relevante, muy por el contrario, pero la facilidad para hacerlo y la naturalidad que había en todo fue lo genial. Fueron unos meses muy lindos, y como todo lo lindo no duró demasiado, naturalmente. Sin embargo sigue siendo una persona a quien de verdad quiero mucho (aunque algunos digan que no tengo sentimientos) y a quien todavía no fui capaz de entender, así que seguiré intentando eso tanto como se me permita (y seguramente no vaya a entenderla nunca, pero eso no lo hace menos interesante). No voy a seguir hablando de ella porque su imagen tiene todavía muchos cabos sueltos (creo que esto es lo excepcional en ella), solamente espero que el 2011 sea un poco más flexible y traiga alguna oportunidad más de conocerla como corresponde, pero eso ya lo dirá el tiempo a su manera.

Ahora bien, por esos tiempos estaba terminando con otras tres materias y no-terminando con una más. Llegó el invierno, enfrío muchas cosas y es por esta época donde empieza a tomar más relevancia esa rubia de la que hablábamos hace un rato. Por si no quedó bien claro, les recuerdo que es una rubia preciosa, la tengo en un pedestal dorado y paso a explicar, más o menos, a mi manera, por qué. Yo sigo creyendo que lo que mejor se me da es leer un poco a la gente, su forma de ser, y para eso bastan cinco minutos. Es una chica muy inteligente (en contra de mis prejuicios infundados contra las rubias), y siempre me gusta tener cerca gente inteligente, o al menos siempre que no sea gente particularmente insoportable, en cuyos casos la inteligencia está muy mal llamada. Pero volviendo a la rubia, empecé a tener un poco más de contacto con ella hacia septiembre más o menos, en que mi rutina obsesiva y su lo que sea se empezaron a cruzar bastante más, y encontré en ella dos cosas muy interesantes: en primer lugar su honestidad, que no hay cosa que aprecie más en una persona que eso y que es a lo que me refería unos párrafos arriba cuando la mencioné por primera vez. Esta chica me ha dicho muchas cosas como son y me ha cerrado la boca más de una vez, cosa que no suele pasar (generalmente si cierro la boca es porque no creo que valga la pena seguir gastando saliva). En segundo lugar, encontré en su cabeza una maraña enredada de pensamientos, una voluntad de hacer cuando realmente lo quiere, una leve paranoia frente a las reacciones de la gente a la hora de relacionarse, una indecisión enorme a la hora de elegir un camino y una personalidad un poco obsesiva, aunque un poco más de lo que parece creo yo. En resumen, encontré en su cabeza una maraña muy parecida a la que hay en la mía. Por otro lado es muy simpática la forma en que nunca toma en serio las cosas que digo (especialmente cuando se trata de cosas de la facultad), al punto que la mitad de esas cosas creo que ni las escucha. Y a todo esto le tengo que sumar que es admirable la forma en que lleva su vida sin terminar de volverse loca (está bastante loca igualmente), entre actividades varias, novio y un rendimiento excelente en la facultad. En fin, una chica excepcional que da gusto conocer.

Además de ellas dos, que son de quienes más quería hablar en el aspecto social, acabé conociendo este año a muchísimas personas más dentro de un ámbito distinto al que estaba acostumbrado y realmente termino el año contento en este sentido. Creo que cada una de las personas que conocí (no solo incluidas, sino que especialmente las dos anteriores) han representado algo muy bueno en mi vida, y que puedo aprender varias cosas sobre mí y sobre los demás a partir de ellas. Y si bien por el otro aspecto el año todavía no terminó (me queda rendir un final), en el último tiempo me encontré frente a una decisión que todavía no pude tomar, pero no es tanto tomarla lo que importa ahora, sino el hecho que se haya presentado este panorama que no esperaba en el cual ciertas prioridades parecen invertirse, o el camino se bifurca de una manera mucho mñás pronunciada. Habrá cosas que pensar en los comienzos del 2011. Así que, siendo ya las 6:00 am y si bien no terminó aún, doy por finalizado otro año más. Tengan feliz año y después, sigan felices! ¿Qué más da lo demás?

2 comentarios de mis fieles adeptos:

Dr. Lemon dijo...

Me alegro que cierres el año en forma y tiempo, yo todavía estoy en veremos.

Del cuarto párrafo en adelante sólo puedo decir que sos un tipo seductor, Eduardo. Está bueno que lo aproveches.

Ah! Había algo más. Hoy leí algo sobre honestidad y sinceridad, parece que son cosas distintas, no me quedó muy claro. Y respecto de marañas, creo firmemente que todos estamos cableados del mismo modo. Todas y todos, cableadas y cableados. Eso.

Bueno, no me extiendo más en caracteres; pretendo hacerlo en persona.

Beso y nos vemos

Edu dijo...

Jajaja... nah, pero bueno. Y sí, dicen que son cosas distintas, y creo que son cosas distintas, aunque no puedo explicar muy bien la diferencia, pero parece que no se me da bien eso de explicar.
Mis años siempre terminan siendo positivos de alguna manera, así que lo cierro contento con eso, después de todo no puede ser tan malo si aprendiste algo, o por lo menos eso creo (dentro de las cosas normales y no tan insanas). En fin, me voy a estudiar que sino este cierre va a terminar siendo otra mentira más.