martes, 10 de febrero de 2009

Tribulaciones...

... lamentos y ocaso de un tonto rey imaginario o no. Ganaron de mano. Misma idea, las cosas cambian... ¿o será que cambia el modo en que uno las percibe? No quiero cambios, no en este sentido, espero que sea la resaca de la locura. No quiero escribir tan seguido, yo se lo que está pasando cuando lo hago, no quiero eso, no me gusta.

Límites, ponete límites, fumate otro atado más, un faso, emborrachate, quedate con el porque sí y seguí. Pero no hagas esto. Pura filosofía barata, de la más pura y la más barata. Cambiá de tema, nadie quiere escuchar eso, a nadie le importa.



Con los ojos cerrados, te lo imaginás y sonreís. Mirá profundo, mirá sin abrirlos, sentilo. Oscuro, tranquilo, tranquilo, tranquilo... en paz, solos, escrito con sangre sobre la piel de cada uno. Un juramento, una idea, un deseo, una fantasía. Momento íntimo, la intimidad del propio ser, ya es uno, es como tiene que ser. Imaginatelo y alegrate, alegrate en ese mundo en el que todo está bajo control. Engañate, no te lo crees y está bien, pero fingí, por un rato al menos, no cuesta nada. Pensá, pensá, pensá. No deberías escribir, pero hacelo, permitítelo hoy, por esta vez, que por esta vez no importe, dejala pasar. Si ya lo estás sintiendo, es otra cosa, no hace falta vivir siempre en el mundo real, no hace falta estar cada día en ese lugar. Apretala como tantas veces, sentí que está ahí, disfrutala, sostenela, dejate salvar, saltá, no tengas miedo. Y no llores lágrimas secas, nadie las ve. Volve a mirar hacia arriba, el vuelve a hacerlo, ella vuelve hacerlo, y va de frente, ahí donde el tiempo no existe, disfruta la eternidad del momento, no hay un día después, no hay de qué preocuparse.

Sigue escuchando el silencio, y ahora los latidos, están vivos. El ritmo se acelera, la sangre quema dentro de las venas y la sonrisa no se borra. Es la noche que quiere, es la noche que espera, es la noche que recuerda, es la noche en el lugar sin tiempo, no entienden si ya pasó, no entienden si va a pasar, no les importa. No saben lo que es preocuparse en un lugar donde no hay motivos para hacerlo. Es la utopía de una noche estrellada en medio de la verde nada, verde por ser verde donde no hay colores más allá de sus cuerpos, donde no hay nada más allá de sus cuerpos, de sus almas, de su ser, uno por dos, no hacen falta más. No hay nada donde no tiene importancia si hay algo.

No hay preguntas, no hay respuestas, no hay palabras, no hay necesidad, no hay nada que decir, no hace falta decir nada, no hace falta hablar, ¿para qué? Tienen sus miradas, no necesitan nada más para entenderse. Y se entienden, y saben bien lo que quieren, y quieren lo mismo, y en el lugar sin tiempo no se tardan un segundo para entregarse a sus propias demandas, con el mayor de los placeres. En el lugar sin palabras no existen las mentiras, la vida es una fantasía, los sueños son los que se viven, las esperanzas no hacen falta, ya evolucionaron. Tan simple con el sí en sus ojos, tan simple como en el mundo real, pero sin las dificultades que hay en ese. Tan simple, un sí en los ojos y se dejan llevar, son quienes son, son completamente sinceros, son ellos y nada más. Tan simple como en el mundo real, donde esas cosas no pasan. Dejalos, ya se dejaron llevar.



Ahora volvé al mundo real y tratá de mantener la calma, aceptá el porque sí y seguí adelante. Perdonate el escribir esto, y seguí. Eso es todo, por ahora.

4 comentarios de mis fieles adeptos:

Anónimo dijo...

Que a nadie le importa es bastante cierto, y bastante falso. Evidentemente a vos sí te importa. Qué cagada.

¿Vamos a tomar una birra?

Edu dijo...

Escribí haciendo uso de una piedra, sepan comprender.

Anónimo dijo...

si es piedra sabe disimiular, si es piedra tiene buena imaginación..
para ser piedra describe con un sentido estilo ese tipo de ficción que roza de manera tangente "lo real"
para ser piedra...

que tipo de piedra es?
es algún tipo de piedra preciosa?

Posho.

Edu dijo...

Por supuesto, solo piedras preciosas para mi.