martes, 29 de abril de 2008

Carta a mí mismo y a todos los demás desde el hoy de hoy

Otra vez por estas páginas. Algunos podrán llegar a pensar que se trata de una rutina. Siempre lo mismo, dirán. No es así, no es el mismo lugar donde estuve ayer, nunca estuve en este lugar, toda mi vida la pasé aca.

Hoy escribo un poco decepcionado. Esperaba algo más, pero no, en realidad esperaba exactamente esto. Pero no, no lo quería, no es lo que yo quería. Tampoco es la gran cosa, pero las grandes cosas no molestan, las pequeñas estupideces son las que molestan, las grandes te joden la existencia. Ya habrá una próxima vez, siempre hay una próxima vez, siempre con el mismo resultado, siempre distinta. Pero no me preocupo, no vale la pena preocuparse, no vale la pena inquietarse, hay que mantener la paz. Acordate de eso, no te inquietes, no te alteres, no vale la pena.

Hoy escribo un poco dolorido, pero es más físico que psíquico, yo me lo causo de cualquier modo, pero no vale la pena hacerse problema por esas cosas, son cosas que pasan. Uno decide vivir de una manera, y eso tiene su precio, el cuerpo lo siente y no teme demostrarlo.

Hoy escribo un poco inquieto, pero no vale la pena inquietarse, así que ya va a pasar. Uno se inquieta cuando piensa, cuando planea, cuando las cosas no salen, cuando no ve la respuesta, cuando la ve pero no la entiende, cuando la entiende pero no la acepta. No vale la pena, hay que mantenerse tranquilo, la vida es mejor así.


Hoy escribo por el de ayer, viendo a los de ayer, a los de hoy, y me alegro de hacerlo, me alegro del presente que me rodea a cada momento, me alegro por el hoy que me toca vivir... aunque nuestros tiempos no se pongan de acuerdo, a veces se puede obligarlos. Estoy contento al ver que el hoy de hoy es mejor al de ayer... y que el hoy de ayer era mejor al de su ayer. En ese sentido el presente siempre fue mejor. ¿Importa otro sentido? Sí, importa. Pero no tanto, no vale la pena inquietarse por otros sentidos. Y aunque este sentido nunca haya estado completo, no soy tan ambicioso. Y si soy tan ambicioso, no vale la pena deprimirme por no poder lograrlo. Después de todo, uno se lo busca. Y si uno se lo busca, hay que aceptarlo. Hay que mantener la paz que nos mantiene cuerdos, aún cuando esa cordura no sea más que una ilusión propia. Sigan felices, seguí feliz, yo en eso estoy.

3 comentarios de mis fieles adeptos:

Coconauta dijo...

( ABRAZO EDU)

Anónimo dijo...

No vale???? NO VALE!!!!

Si no vale la pena deprimirse o inquietarse por las cosas que no se consiguieron, porque a veces pasa el tren y vos no estás arriba...
Si no vale la pena reflexionar.. si no vale la pena sentirse "fracasado" por aquello que se pierde o no se gana, entonces nunca valió la pena habérselo fijado como meta...
No está mal que nos recriminemos algunas cosas, como tampoco está mal auto-adularnos de vez en cuando...
y sentirnos orgullosos de nuestras capacidades, aunque es bueno recordar, cada tanto, que sólo si tenemos un pobre conocimiento del poder del pensamiento podemos sentirnos realmente orgullosos de nuestro uso del mismo..
Es muy bueno el optimismo como estilo de apertura de una partida, pero es peligroso cuando es sólo disfraz del falso positivismo, de esa palmadita en el hombro que nos damos a nosotros mismos en ciertos momentos, a sabiendas de que en lo más profundo que nuestra sinceridad con nosotros mismos pueda alcanzar, no la merecemos. Mientras no se confundan las cosas...

Lo que sí no vale la misma pena es alargar ese estado indefinidamente y recriminarse, apenarse o inquietarse prolongadamente como castigo. No vale la pena alargar esos velorios personales por siempre...
al otro día hay que cambiar la historia.

Abrazo colega, cuidate del frío

Edu dijo...

No, no lo vale... y no tiene sentido sentirnos orgullosos de nuestras capacidades, simplemente basta con conocernos y saber que las tenemos. Se en qué soy bueno, en qué no lo soy y en qué podría serlo, así como también hay cosas que desconozco y no se cómo resultarían conmigo. Pero bueno, vale agregar que yo no tengo metas, y nunca me puse las puse, de modo que no puedo saber lo que es no lograrlas. Sí se lo que es estar de paso haciendo determinada cosa para lograr algún objetivo y fracasar, pero bueno, eso pasa, a otra cosa, que la vida es más corta de lo que nos imaginamos y la mayor parte la tiramos a la basura por no tener presente lo que vale.

Abrazo colega anónimo! y hay que matar al idiota que se olvidó el freezer abierto.