sábado, 15 de agosto de 2009

Jugando a desear

Estoy pensando en muchas cosas. Tengo muchas ideas, algunas son más bien deseos... ¿saben hace cuánto que no pido un deseo? Antes me sumaba a esa costumbre de pedir un deseo en mi cumpleaños o en esa otra fecha que ahora no me acuerdo, pero ya no. Algunos de los últimos cumpleaños ni siquiera soplé una vela (post no apto para mal pensados). A lo que voy es que los deseos son malos, nunca se cumplen. Obviamente no van a cumplirse por si solos, pero en general ni ayudarlos sirve. Me quiero sacar estas cosas de la cabeza, porque interfieren con otras y no hacen ningún bien, pero no puedo. Para algunas necesito un trabajo, para otras más tiempo, para otras volver a nacer y para otras no tengo ni la más mínima idea.

Hay un elefante viniendo hacia mí en una copa triste y Janie's got a gun musicalizando de fondo. Es que después de tantos años todavía no sirvo para esto, me falta lo mismo de siempre. No importa para donde huya, es obvio que eso no soluciona nada, y yo lo se pefectamente. Ya lo se, ya lo se, yo se todo, pero tampoco se puede ser siempre tan egoísta. Es decir, podría, pero seguro que a la larga termina mal... y no tan larga. Trato de enfocarme como hacía antes, pero no funciona. No se si llamarlo miedo; es una barrera, pero creo que está para protegerme de cometer algún error, por eso no se si llamarlo miedo. El tema con esta barrera es que genera una falta de armonía que no consigo compensar. Todavía busco la solución, y lo consulto con la pared y la botella, y a veces me voy de mambo... es que no responden y a veces eso saca de quicio. Igual la esperanza está, pero ya saben cómo es, hablé de ella una vez. Como sea, ustedes sigan felices.

2 comentarios de mis fieles adeptos:

David dijo...

Dejá de hablar con botellas!

Edu dijo...

jajaja... pero me dio una buena idea!