lunes, 30 de marzo de 2009

Sueño de una mañana de otoño

La otra noche, en realidad la otra mañana, tuve un sueño. No soy de esas personas que sueñan y se acuerdan lo que soñaron y después andan hablando de sus sueños y todo eso, pero la verdad que esta vez me dejó sorprendido. Me hizo sentir humano, no el sueño en sí, sino la sensación que tuve esos segundos después que me desperté y hasta que razoné que no era algo real, que la única explicación lógica era que fuera un sueño. Fue esa sensación de angustia que no había sentido nunca de esa manera. Un sueño horrible realmente, pero revelador.

Es impresionante la complejidad de la mente. ¿Cómo puede explicarse algo así? Es increíble que aún mientras dormimos (que dicho sea de paso, es increíble el mismo hecho de dormir) nuestra mente siga funcionando de semejante manera y pueda crear imágenes tan reales que llegan a confrundirla a ella misma. La mente las crea y se las cree, que locura. Los sueños... nuestro salvapantalla tenebroso, el único método para engañarnos a nosotros mismos. La mente es un bicho con vida propia, un bicho bastante perturbado para ser honestos. Sigan felices, si ella los deja.

1 comentarios de mis fieles adeptos:

Anónimo dijo...

lamentablemente no es el unico medio para autengañarse...

es lindo soñar.. mas alla de lo que toque en suerte, es fantastico lo que podemos crear... y lo que nos podemos creer..

un abrazo