sábado, 25 de abril de 2009

Sentidos desde el alma

Los sentidos... la maravilla que nos pone en contacto con el mundo que nos rodea. Esos que nos permiten apreciar las imágenes divinas de la naturaleza, saborear las delicias más puras, esos que nos estremecen al acariciar las texturas más variadas, suaves, ásperas, aceitosas. Oír el murmullo de la noche en otoño, el cantar de los pájaros al amanecer, el sonido majestuoso del agua del río que cae por la cascada; y los aromas, esos perfumes que se matizan a lo largo del año. Los sentidos son lo más, después del papel aluminio.

Pregúntense hoy, ahora, en este instante, ¿qué sería de sus vidas sin los sentidos? ¡Sería aburrida! En realidad, no sería vida, no sería nada... la oscuridad absoluta, el silencio absoluto, la nada absoluta. Esas cinco cuerdas que nos atan al mundo en el que vivimos, del que estamos rodeados (a menos que veas gente muerta, que si es el caso, bueno, loquero y solucionado). ¡Y las propiedades que tienen! ¿Notaron que cuando cierran los ojos sienten mucho mejor las texturas y, a veces, hasta parece que los sonidos se escuchan con una mayor definición?, es más fácil enfocar. Los sentidos son solidarios, pero no es cualquier tipo de solidaridad, son solidarios con uno mismo, si estás dejando a uno un poco de lado, o si te falta por algún motivo alguno de ellos, los otros se incrementan para que puedas llenar ese vacío que queda en vos; y no te piden nada a cambio.

La generosidad desinteresada de los sentidos los convierte en unos seres magnánimos. Entiendo que no tienen existencia propia, que son parte de nosotros... ¡pero qué parte! Hay que respetarlos, elevarlos a la altura que les corresponde y, me lo permito, ¡considerarlos vivos si es necesario! Porque no son cualquier cosa, son nuestros sentidos, son nuestro nexo con el mundo, son la causa que hace que nuestra vida, ¡pueda llamarse VIDA, señores! Y me atrevo a más, son la esencia misma de nuestra existencia, sin ellos nada seríamos, apenas podríamos notar que existimos y, por supuesto, apenas y nada más que eso. No sabríamos más nada, no notaríamos que existe otro ser vivo en este planeta, ni siquiera seríamos concientes de nuestra vida. Así que al referirnos a ellos, que sea con propiedad, pensemos de quiénes estamos hablando antes de decir palabra, ¡carajo! Sigan felices, que si pueden, es gracias a ellos.

PD: Si no pueden, no es culpa de ellos, porque son grosos.

5 comentarios de mis fieles adeptos:

Poo dijo...

por supuesto! más respeto con los sentidos..
Yo por mi parte lo siento mucho.

Alguien dijo: "si quieres ver el infinito, cierra los ojos"

O era algo por el estilo..

Debe ser muy jodido perder algún sentido.

Y el sentido común?
No existe.. qué es el "sentido común"?... nada!
"Un poco de sentido común che.."
Sentido común con qué?.. nono
El común no es un sentido..

Sentidamente... un abrazo

Edu dijo...

faaaaaa!!!!! no te vi por acá recién, pero andamos en la misma!!!

Anónimo dijo...

ok... justo Pau me saco el comentario...
yo estaba pensando, en que elevaste mucho los cinco sentidos y perdiste el comun... pero bueno

estoy convencida que esto fue fruto del arbol... aunque ames la naturaleza... creo que llevas parte de ella taaaan adentro, como si te la hubieras fumado

David dijo...

A pesar de las tendencias negacionistas de más arriba (¿que es eso de "nosiste"??!) el sentido común SI existe, eso sí, es RARISIMO verlo en acción. Tal vez debería ensayarse un pequeño cambio en su nombre, digamos "sentido poco común" "sentido extremadamente poco frecuente" "sentido que le vendría bien a más de uno". El común ES un sentido, lo que definitivamente no es es "común".

Y para mí el mas importante de los sentidos es y será el del humor.

Eso, bueh

Pooly dijo...

un poco de sentido común y te das cuenta de que el sentido común no existe (?)..


Todavía respirás Edu?
jaja.. me alegro che..

Un abrazo enorme.