Ese camino...

No se si es tan grande o soy tan chico... todo se ve enorme, y muy lejos. A veces creo que me estoy alejando, y lo que se cree es mentira, la distancia hace que todo se vea más grande. ¿Está un poco oscuro?... no se, me parece. Será que hay un destino, digo, es una idea un poco absurda, pero si uno se lo pone a pensar bien, no tanto. Un destino que se hace a cada paso, o que estaba hecho antes de dar ese paso porque al dar el anterior de esa manera particular sólo te quedaba dar ese siguiente. Y así se hace una cadena... Cloto, Láquesis, Átropos. O no, o es simplemente la naturaleza propia de cada uno que nos lleva a seguir ese camino, que sabemos no queremos, pero queremos creer que sí. A veces es más fácil convencerse, engañarse... es más cómodo. El problema es que no funciona, no cuando uno se olvida un rato y piensa... accidente. ¿Y si lo aceptamos, y si somos cómodos?... ¿y si vivimos engañados?. No hay problema hasta que te preguntas si de verdad es vida. ¿Pero qué es vida? Ahora estamos jodidos... bueno, por lo menos yo, hablo por mi y un poco por las vocecitas poco cooperativas, cada quien sabrá si está jodido o no... con un poco de suerte.
Y sí, es esa realidad que está ahí dentro. Ahí está la ironía, la gente preocupada por el mundo, por la percepción que el mundo tiene de ella, por afrontar la realidad que le depara al cruzar la puerta, hacia afuera... pero no, no es ese el problema, la realidad que hay dentro de cada uno es lo que desconocemos totalmente, es esa la realidad que no vemos, que no queremos ver (ahí yo otra vez con la boca de millones, lamentable)... nos asusta. El vernos en el limbo (obviemos las últimas estupideces católicas por un rato) nos da miedo, nos da una sensación de inseguridad que no soportamos, no soportamos ver que no tenemos el control de nosotros mismos, que no podemos dominar nuestra vida, que no podemos hilar nuestro destino, siempre hay trabas, y (¡ viva la ironía!) si no las hay las ponemos.
De eso se trata entonces, perder el tiempo buscando la manera de no perder el tiempo, y enojarnos al ver que no la encontramos, y nos distraemos, hacemos cualquier estupidez para olvidarlo, somos avestruces. Y hablamos, y damos consejos... ¿¿¿quiénes somos para dar consejos??? Y así estamos, patéticos. Y así volvemos, moiras, parcas, nornas o las brujas de Macbeth... destino si querés, o simplemente aceptemos que a cada segundo la vida va para donde quiere y no podemos hacer nada, estamos ocupados tratando de encontrar sin buscar el camino que nos lleve a donde no sabemos que queremos estar.
Perdón si me sale el vocero de lo profundo, esto se aplica a mí, no tienen por qué sentirse identificados, no trato de establecer las normas de sus vidas, ustedes sabrán... o no. En este momento sería bueno algo de compañía, pero mi hilo es contradictorio.