Nunca digas nunca
Finalmente algo que decir. Algunas cosas se quedaron en el tintero, o simplemente tuvieron un paso fugaz. Lo primero que quiero es corregirme: alguna vez escuché por ahí a alguien decir "nunca digas nunca"... y creo que tiene sentido. Por más loco o extraño (o no) que algo parezca, descartarlo por completo creo que es una actitud demasiado cerrada (no encuentro otra palabra). Y de acá se desprende naturalmente que todas las opciones son viables, no hay puertas cerradas, solamente gente que empuja cuando dice "TIRE". Podés tener lo que quieras, deberías saber eso.
La ambición, la estructuración, la desorganización
No hay que dejarse engañar. Lo que a simple vista parece un acto impulsivo puede en realidad ser una movida planeada con años de anticipación, en frío, en caliente y hasta en los sueños. Si ya hay dos motivos para hacerlo, ¿por qué no doblar hacia la vida?
No tiene nada de malo ser ambicioso y exigente. Alá, Zeus y San Ernesto Guevara saben bien que yo lo soy. Y no tiene nada de malo ser materialista. No diría que lo soy al 100%, pero lo compenso siendo superficial. Y no tiene nada de malo sentirse atraído por la idiotez. Mi concepto de idiotez muchas veces aplica para personas "exitosas" que logran sus dulces y egoístas objetivos en la vida, usualmente irritándose la lengua de tanto lamer los acaudalados... bueno, eso... de sus chulos. En fin, estos idiotas de buena posición no necesariamente tienen que ser unos imbéciles a los ojos de todo el mundo. Aquellos que vivan bajo sus mismas normas seguramente hasta podrán admirarlos. Y aquellos que no, bueno, cada uno tendrá su opinión. Acá es donde deberían decirme no aclares que oscurece. Perdón.
Me parece perfecto que la gente tenga planes sobre su vida, todos los tenemos, aunque a algunos nos guste ocultarlos. ¿Llegar a ser alguien? Y no se, dependerá de para quién querés ser alguien. Tal vez para alguien ya seas alguien... pero qué puedo saber yo, ¿no? Lo importante de hacer planes, más allá de seguirlos, que generalmente parece apropiado, es estar contentos con ellos lo máximo que sea posible. Y si llevan a destino, bueno, ya se verá llegado el momento, el futuro es impredecible aunque no lo parezca, la ley del nunca digas nunca sigue aplicando. Y si a mitad de camino las cosas cambian, de nuevo, más allá del destino, lo importante es estar bien. Después de todo vivimos una sola vez y ni siquiera sabemos por cuánto.
En resumen, de ácidos y pretensiones
Un ping-pong de comentarios ácidos para digerir algunos clavos. Es mi naturaleza, no puedo evitarlo, posiblemente nunca haya uno que me guste, pero no hay drama, no tiene por qué gustarme. Pero el ácido va a seguir fluyendo, al menos me queda eso.
No tengo miedo, no tengo por qué tenerlo, se que es la decisión correcta, se que es lo que quiero, se que lo necesito. Nadie dice que sea fácil, nadie asegura nada. Pero al menos miraré hacia atrás y sabré que peleé por lo que quise. No puedo decir lo mismo de otros aspectos de mi vida, pero uno toma decisiones que afectan al conjunto, y si no hay una mano de afuera, a veces, en algunos aspectos, un acierto conlleva un error. El tiempo, después de todo, es limitado, y simplemente no se puede arriesgar por todos los caminos.
Totalmente absurda
No hay mucho que decir, simplemente no tuvo sentido. Y eso fue genial... ¿qué necesidad hay de que tenga sentido? A veces los cuelgues pueden llenarnos mucho más que los sermones. O al menos hacernos reir, y después de todo reir hace bien. Yo la pasé bien, y si no fui el único, entonces conseguí lo que quería. ¿Todo? Tal vez no tenga todo lo que quiero, pero tengo bastante. Decisiones, decisiones... no se puede tener todo en la vida, lo cual no es un llamado a la resignación, sino a aceptar que a veces hay que elegir. Podemos tener lo que queramos, pero el tiempo nos obliga a elegir. Así que nunca digas nunca, y si dice "EMPUJE", empujá, si dice "TIRE", tirá. Es todo lo que necesitás, si esa es tu elección.
Sigan felices.