Y hablando de las cosas que no pasan... la locura de elegir un camino, una vida, o un modo de vivirla. Volver o quedarse, o volver a quedarse. La parte de felicidad, esas veinte horas yendo de un lado a otro, sin moverse, sin hacer nada. La magia pura, la verdad del ser, del ser uno mismo; y los recuerdos, que quedan, grabados en la mente y el papel. Y el papel que desde siempre nos transporta a otro mundo, dentro de nuestras mentes, ese norte en el delirio de las sensaciones y los sentimientos... y por sobre todo los pensamientos, que vienen y van, que controlan todo, que sin tener origen tienen un destino tan claro, siempre que nos permitamos abrir los ojos hacia nuestro interior. Y aquellos que piden a gritos cultura, dicen los que la creen tener... ¿la piden a gritos? ¡Qué estupidez! ¡Qué cortos en su vista que no son capaces de distinguir lo que tienen frente suyo! Aunque por otro lado, un poco de esto le pasa a todo el mundo, nos pasa a todos. Uno podría pensar que somos incapaces de ver las cosas importantes cuando las tenemos frente a nosotros, pero no tardamos un segundo en notar el vacío que dejan cuando ya no están. Algunos se atreverían a decir que no sabemos valorar lo que tenemos... yo digo que eso son idioteces. Que la naturaleza propia nos dio el don de vivir en el pasado. No vemos el cuadro faltante, sino que recordamos el que solía ocupar ese lugar en la pared. ¿Y es esto tan malo? Si el presente se va a cada instante, ¿no termina siendo el tiempo menos importante, no resulta entonces que la vida es el conjunto de recuerdos que nos quedan? Y más por mencionarlo que por querer darle importancia, sobre el futuro: ¿no es cierto que no es más que un cuento que inventamos en nuestra mente? Ese conjunto de planes y hasta deseos que nunca sabemos si podremos hacer realidad. Así que si de eso se trata, del pasado, del recuerdo, la vida misma resulta ser una ilusión dentro de nuestras cabezas... y es esto, digo yo, lo que la hace interesante y lo que la hace nuestra. Y así termina nuestra vida creciendo dentro de nuestra persona, nutriéndose de los recuerdos creados por las deciciones tomadas, por los caminos seguidos en esos momentos de determinación. Por lo menos así me gusta verlo, la vida no nos hace, la hacemos nosotros en el mundo del presente y la experimentamos en nuestros recuerdos, una vez pasado el momento. Si eso no es libertad...
domingo, 2 de marzo de 2008
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1 comentarios de mis fieles adeptos:
Palabra.... la alabamos..
Esto no es justamente lo que necesito en momentos como este.. más cuestiones existencialistas...
pero con cruda realidad, (y no por lo feo), madurez, inteligencia emocional y desnudada existencia expresa ud caballero cuestiones que no en vano nos roban a veces el sueño..
Este tiempo estuve pensando mucho en ponerme a ver a tinelli... si.. loco.. pq ya me cansé viteh.. quiero ser feliz..
jaja... te quiero
gracias por estar... cuando podés..
no te digo "gracias por ser".. pq no es tu "culpa" ser, pero si te digo .. "q bueno q seas"...
Edu.. por favor.. no más posteos existencialistas hasta q me reduzcan la dosis... jja
¿Resignación o aceptación?
naaaaaaaa.... todo lo terminado en "pam"!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Adioses y vírgenes..
tyçmhui komentara merça
Poo
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